El Gran Debate
En astronomía el Gran Debate o el Debate Shapley-Curtis es una influyente polémica que enfrentó a los astrónomos Harlow Shapley y Heber Curtis, referido a la naturaleza de las nebulosas espirales y el tamaño del universo.La cuestión fundamental que se discutía era si las nebulosas distantes eran relativamente pequeñas y se encontraban dentro de nuestra propia galaxia de la Vía Láctea o si eran galaxias independientes de grandes dimensiones. El debate se llevó a cabo el 26 de abril de 1920, en el auditorio Baird del Museo de Historia Natural, perteneciente al Smithsonian. Al comenzar la jornada los dos científicos presentaron sendos artículos independientes sobre "la escala del universo" para luego, durante la tarde, participar de una discusión grupal. Gran parte de lo que sabe de la controversia tiene su origen en los artículos publicados por Shapley y Curtis en la edición de mayo de 1921 del Boletín del Consejo de Investigación Nacional o Bulletin of the National Research Council. Cada uno de los artículos publicados incluían argumentos dirigidos contra la posición sostenida por el otro científico durante la reunión de 1920.
La Galaxia de Andrómeda, un tema clave en el Gran Debate. Más información.
Shapley sostenía que la Vía Láctea comprendía la totalidad del universo. Creía que las galaxias como Andrómeda y las nebulosas espirales simplemente formaban parte de la Vía Láctea. Sostenía su punto de vista citando tamaños relativos: si Andrómeda no fuese una parte de la Vía Láctea, entonces se hallaría a una distancia de unos 108 años-luz, una extensión de espacio que no aceptaría casi ningún astrónomo.
Adrian van Maanen también aportó pruebas para sostener el argumento de Shapley. Van Maanen era un astrónomo respetado por sus contemporáneos que afirmaba haber observado la rotación de la (ahora llamada) Galaxia del Molinete. Si la Galaxia del Molinete fuese en realidad una galaxia independiente y se pudiese observar su rotación, entonces se produciría una clara violación del límite de velocidad universal, o sea, de la velocidad de la luz. También fundamentaba su posición en la observación de una nova en la Galaxia de Andrómeda, un acontecimiento que había eclipsado temporalmente al propio núcleo de la galaxia, lo que era una cantidad aparentemente absurda de energía para una nova normal. En consecuencia, la nova y la galaxia debían encontrarse dentro de nuestra propia galaxia puesto que si Andrómeda fuera una galaxia por derecho propio, la nova tendría que haber sido increíblemente brillante para ser vista desde tan lejos.
La Galaxia del Molinete. Otra de las galaxias que aportaron pruebas empíricas para el Gran Debate. La relativa proximidad de la Galaxia del Molinete o M101, unos 27 millones de años-luz, explica que sea una de las galaxias más estudiadas por los astrónomos (clic en la imagen para ampliarla). Más información.
Por su parte, Curtis afirmaba que Andrómeda y las otras nebulosas eran galaxias independientes o "universos-isla". Mostró que había más novas en Andrómeda que en la Vía Láctea. Y se preguntaba porqué había más novas en un pequeño sector de la galaxia y no en otros. A partir de esta prueba sostuvo que Andrómeda era una galaxia independiente y con características propias, tales como la edad y la frecuencia de novas. También llamó la atención sobre las bandas oscuras presentes en otras galaxias, similares a las nubes de polvo halladas en nuestra propia galaxia, y la gran ocurrencia en otras galaxias del efecto Doppler.
Curtis señaló que si la observación de van Maanen de la rotación de la Galaxia del Molinete fuese correcta, se demostraría, entonces, que él estaba equivocado sobre la escala del universo y que la Vía Láctea lo abarcaba por completo. Años después se hizo evidente que las observaciones de van Maanen eran incorrectas: tomando en cuenta la brevedad de la vida humana, ciertamente es imposible que alguien pueda observar la rotación de la Galaxia del Molinete (o de cualquier otra galaxia).
En la actualidad se sabe, gracias al trabajo de Edwin Hubble, que la Vía Láctea es sólo una de las cientos de miles de millones de galaxias que pueblan el universo visible. Esto prueba que la posición de Curtis era, en este punto, la más exacta de las discutidas durante el Gran Debate. Ahora también se sabe que la nova mencionada por Shapley en sus argumentaciones era, en realidad, una supernova, un fenómeno estelar que efectivamente eclipsa temporalmente la luz combinada de una galaxia entera. En otros puntos el resultado fue mixto —el tamaño real de la Vía Láctea está entre las dimensiones propuestas por Shapley y Curtis—, o se decanta en favor de Shapley —el modelo de galaxia que proponía Curtis se centraba en el Sol, mientras que el de Shapley colocaba correctamente al Sol en las regiones externas de la galaxia—.
Fuente: NASA y The Great Debate (en inglés).
2 Sofismas:
Es sorprendente que solo hasta "años despues de 1921", con todo el amplícimo historial y conocimiento astronómico adquirido por el hombre, se estuviese tan desfasado en cuanto al tamaño del universo y en cuanto a las miles y miles de millones de galaxias albergando miles y miles de millones de estrellas y planetas.
Desduzco entonces que los adelantos tecnológicos, particularmente la informatica y ciencias computarizadas han jugado un papel muy relevante y los últimos telescopios, a partir quizas del Hobbles, han puesto al descubierto parte de la gran magnitud del universo.
Mis viejos amigos Copérnico, Galileo, Kepler y Newton apenas si estaban en pañales en cuanto a lo que veian, en menos de 100 años realmente hemos comenzado a vislumbrar la magnitud de la Creación...
Ocurre que todos los datos acumulados durante siglos se podían explicar en el marco de un universo pequeño. Los instrumentos disponibles sólo arañaban el universo cercano.
Edwin Hubble necesitó del telescopio Hooker de 100 pulgadas para realizar las observaciones que lo llevaron a conjeturar la hipótesis del universo en expansión. Para para ello primero tuvo que demostrar que había otras galaxias aparte de la Vía Láctea.
Comenzó a vislumbrarse la idea de un universo evolutivo, que se impuso a mediados de los '70 con la captación de la radiación del fondo cósmico de microondas. Pero ésta tampoco es una imagen definitiva del universo.
Nuevas observaciones de supernovas, ya sobre el fin del siglo XX, forzaron la postulación de una misteriosa energía oscura, no observable directamente, con el objeto de explicar la aceleración de la expansión del universo.
Dudo que ésta sea la versión definitiva (o siquiera que haya alguna). Ningún instrumento, por más ingenioso y potente que sea, ha logrado "tocar fondo" en la investigación del cosmos: hay "espacio" para muchas más sorpresas. Eso sí, los nuevos instrumentos revelan pistas de un rompecabezas del que no conocemos la totalidad de las piezas ni las reglas para su resolución.
Saludos.
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