martes, enero 11, 2011

La telaraña cósmica de la Nebulosa de la Tarántula


Es la región de formación estelar más grande y compleja de todo nuestro vecindario galáctico (clic en la imagen para ampliarla a 900 x 600 píxeles o verla aún más grande).

Situada en la Gran Nube de Magallanes —una pequeña galaxia satélite que gira alrededor de nuestra galaxia, la Vía Láctea—, el aspecto arácnido de la región inspiró su nombre familiar, la Nebulosa de la Tarántula.

Sin embargo, se trata de una tarántula muy particular, puesto que mide alrededor de mil años-luz (*) de longitud. Si la Nebulosa de la Tarántula se encontrara a la distancia de la Nebulosa de Orión —la guardería estelar más próxima a la Tierra, ya que se halla a sólo 1 500 años-luz de nosotros (en la imagen de la derecha)—, su tamaño aparente sería de unos 30 grados, lo que representa aproximadamente 60 veces el disco de la Luna Llena.

Algunos detalles intrigantes de la nebulosa se observan en la imagen mostrada arriba, cuyos colores se asignaron científicamente. Las patas filiformes de la Tarántula rodean a NGC 2070, un cúmulo estelar que contiene algunas de las estrellas más masivas y brillantes conocidas (ver la siguiente imagen), representado en azul a la derecha de la imagen.

Por cuanto las estrellas de gran masa viven rápido y mueren jóvenes, no causa sorpresa alguna el hecho de que la Tarántula cósmica también esté cerca del lugar de la supernova reciente más cercana a la Tierra.

En la cueva de la Tarántula. La energía de las estrellas del cúmulo R136, o NGC 2070 según el catálogo, rasga el envoltorio de gas y polvo en el que se han formado. El envoltorio desintegrado, que completa esta imagen obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, se compone principalmente de hidrógeno ionizado proveniente de 30 Doradus. R136 está formado por miles de estrellas azules muy calientes, algunas de las cuales tienen 50 veces la masa del Sol. Aunque las estrellas recientes de R136 lo asemejan a un cúmulo abierto de la Vía Láctea, la gran densidad de estrellas probablemente lo convertirá en un cúmulo globular de poca masa en algunos miles de millones de años. Leer la entrada completa.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 11 de enero de 2011. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito y copyright: Marcelo Salemme.


(*) Acerca de las distancias cósmicas

Las distancias en astronomía se miden en unidades de años-luz, donde un año-luz es la distancia que la luz recorre en un año: 10 billones de kilómetros. Sin embargo, por razones históricas relacionadas con la medición de la distancia a las estrellas cercanas, los astrónomos profesionales usan la unidad conocida como pársec, siendo un pársec igual a 3,26 años-luz.

Los astrónomos calculan la distancia a las galaxias remotas —aquellas que están más allá de los 20 millones de años-luz— con la ley de Hubble. Según esta ley, el universo se expande de forma tal que las galaxias distantes se alejan entre sí a una velocidad proporcional a su distancia. La recesión, como se denomina este fenómeno, causa que la radiación de una galaxia se desplace hacia longitudes de onda más largas, un efecto conocido como el desplazamiento al rojo o redshift. A partir de la medición del corrimiento al rojo y la constante de proporcionalidad, denominada constante de Hubble, los astrónomos pueden determinar la distancia a una galaxia.

Uno de los problemas centrales de la astronomía moderna es determinar con la mayor precisión posible la constante de Hubble, o sea, la medición de la tasa de expansión del universo. En la actualidad la constante ha podido medirse con una precisión de un 20 por ciento, por lo que las distancias medidas suelen modificarse diciendo, por ejemplo, "alrededor de 100 millones de años-luz". En particular, el equipo del Observatorio Espacial Chandra asume para sus publicaciones un valor de la constante de Hubble que corresponde a una velocidad de recesión de 600 kilómetros por segundo para una fuente a una distancia de 30 millones de años-luz o 10 millones de pársecs (H0 = 60 km/s/Mpc).