martes, octubre 07, 2008

La asignación científica de colores del Proyecto Hubble Heritage

En una entrada anterior había dado cuenta de cómo se asignaban colores a las imágenes del Telescopio Espacial Hubble. Ahora es la ocasión de considerar un proceso distinto, que lleva a cabo el equipo del Proyecto Hubble Heritage, con datos tomados por el mismo observatorio espacial.

El punto de partida es la idea que da forma al proyecto: el Telescopio Espacial Hubble, además de ser un instrumento de investigación, es una herramienta para extender la visión humana. Se sabe que los detectores de dicho observatorio espacial son mucho más sensibles que la visión humana. Por ejemplo, registran radiaciones con energías en el espectro electromagnético (EM) más allá del rango visual del hombre, así como una luz tan débil que no podemos ver. El desafío es, entonces, convertir esos datos que no podríamos ver en imágenes visuales que representen la información capturada por el telescopio.

Los detectores miden las variaciones de luminosidad y oscuridad de la radiación del cielo, de manera que sólo generan imágenes en blanco y negro. No obstante, si se coloca un filtro que deje pasar solamente longitudes de onda específicas de la luz, es posible seleccionar algunas energías de radiación determinadas antes de que lleguen al detector. Estos filtros funcionan como un vidrio coloreado. A veces se utiliza un juego de tres filtros que simula con mucha exactitud el mismo rango de longitud de onda del espectro EM que abarca la visión humana. La combinación de imágenes en blanco y negro obtenidas a través de tales filtros genera imágenes de color natural. Las estructuras de esta clase de imágenes son similares a aquellas que veríamos si pudiéramos viajar al objeto estudiado.

Cómo se asocia la radiación elegida con el rango visual. Crédito de la ilustración: Stuart Robbins (CWRU); conceptualización: Jayanne English (U. Manitoba).

Puesto que en los objetos astronómicos hay mucho más de lo que el ojo humano puede ver, por lo general los datos se registran mediante filtros que aislan la radiación emitida en los procesos astrofísicos. Las exposiciones realizadas con estos filtros no se pueden generar en imágenes en color natural y, por consiguiente, necesitan que se las asigne al rango de la visión humana. Si se retiene la dirección de la longitud de onda —como en la parte superior de la figura—, entonces el orden de los filtros es cromático. Si se seleccionan otros órdenes —uno posible se representa en la parte inferior de la figura—, el orden es compuesto. Como esta asignación de color resalta tanto las estructuras sutiles como los delicados efectos de la luz, es la que se elige con mayor frecuencia para las imágenes del proyecto.

En la producción final de estas imágenes, fruto de la colaboración de todo el equipo, también se procura revelar algunos detalles que generalmente permanecen ocultos para la visión humana. Así se aplican métodos muy similares a las técnicas astronómicas utilizadas para estudiar observaciones o también aquellas técnicas de uso estándar en fotografía —por ejemplo, el equivalente digital de la sobreexposición y la subexposición—. Tales técnicas se aplican con mucho cuidado, de forma que no aparezcan detalles en la imagen que no se encuentren originalmente en los datos.

Fuente: STScI (en inglés).