Desde la Cruz del Sur a la Cruz del Norte
Existe un camino que comunica la Cruz del Sur con la del Norte (clic en la imagen para ampliarla a 1400 x 482 píxeles o verla aún más grande).
Pero hay que estar en el lugar adecuado y en el momento preciso para verlo. El camino, como revela la fotografía, es en realidad la parte central de la Vía Láctea, nuestra galaxia. El lugar adecuado es, en este caso, la oscura Laguna Cejar del Salar de Atacama, en el norte de Chile. El momento preciso fue a principios de octubre, justo después de la puesta de sol.
Muchas maravillas del cielo terrestre se muestran en la imagen, entre ellas la Luna, muy brillante bajo el arco de la Vía Láctea; Venus, apenas arriba del satélite natural de la Tierra; Saturno y Mercurio, justo por debajo de la Luna; las Nubes de Magallanes (en la imagen de la derecha), dos de las galaxias satélites de la Vía Láctea, bien hacia la izquierda; una pincelada de luminiscencia nocturna (ver la imagen al pie de la entrada) rojiza, cerca del horizonte, también a la izquierda de la imagen; y, finalmente, las luces de varios pueblos, a lo largo de todo el horizonte.
Se podría suponer, tal como lo sugiere la vista del cielo, que esta panorámica de 30 imágenes se registró en una atmósfera de gran serenidad. No fue así, sin embargo. Para eso hubiera sido necesario que el astrofotógrafo se taponara los oídos y pretendiera no oír los incesantes rebuznos de los burros salvajes.
Luces en el cielo del Lago del Cráter. ¿Cuántos fenómenos astronómicos y naturales quedaron representados en la imagen? Unos cuantos. Para empezar, en primer plano se encuentra el Lago del Cráter, la caldera inundada de un volcán que se formó hace unos 7.700 años. A continuación, en el interior del lago, hay agua. Está claro que la fuente del agua del cráter es la nieve derretida en las montañas de los alrededores. Pero si retrocedemos un poco más en el tiempo, ¿cuál es el origen del agua en la Tierra? Aunque no hay certeza, se supone que está relacionado con antiguos impactos de cuerpos helados. Luego, el resplandor verdoso del cielo se debe a la luminiscencia nocturna o "airglow", un fenómeno que se produce cuando los átomos presentes de la alta atmósfera terrestre, desintegrados durante el día por la luz ultravioleta del Sol, se recombinan por la noche. El sinnúmero de pequeños puntos de luz en el cielo son estrellas, que brillan por un proceso de fusión nuclear. Se hallan muy por encima de la atmósfera pero, en realidad están relativamente cerca del Sol y forman parte de nuestra galaxia. Coronando la escena se encuentra el arco brillante de la banda central de la Vía Láctea, mucho más alejado que la mayor parte de las estrellas vistas en la escena y cuya forma es, en gran parte, una consecuencia de la gravedad. Contrariamente a lo que pudiera sugerir la imagen, la banda de la Vía Láctea brilla por los miles de millones de estrellas que la componen y no a causa de la luminiscencia natural del cielo nocturno (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.
Vía Foto astronómica del día correspondiente al 27 de enero de 2014. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y derechos de autor: Nicholas Buer.
Nota: Síganme en Twitter (@astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo. Desde que comencé a tuitear hace cinco equinoccios, más de 20 mil tweets ilustran y amplían las casi 1000 entradas publicadas en el blog desde entonces. ¿Qué esperan para unirse a esta gran conversación? Ya somos más de mil setecientos.
0 Sofismas:
Publicar un comentario
<< Home