El encuentro de la media luna y la estrella vespertina
Cuando el 8 de septiembre de 2013 la luz del Sol comenzaba a menguar, el brillante planeta Venus, también conocido desde antiguo como la estrella vespertina (*), se hizo presente en el cielo terrestre (clic en la imagen para ampliarla a 950 x 730 píxeles o verla aún más grande).
Junto al planeta se veía una esbelta media luna. El encuentro o conjunción de la pareja celeste fue una escena disfrutada por los aficionados a los fenómenos astronómicos de todo el mundo.
Sin embargo, en una amplia región de Sudamérica se pudo observar un fenómeno diferente, ya que la Luna pasó por delante de Venus, dando lugar a una ocultación.
Cuando la Luna era joven. Esta esbelta Luna creciente tiene la tierna edad de 34 horas y 18 minutos. ¿Cómo puede ser tan joven? En realidad, cuando se calcula la edad de la Luna durante una lunación, es decir, un ciclo completo de fases —desde el novilunio hasta la Luna Nueva siguiente—, la Luna nunca tiene más de 29,5 días. Aún así vale la pena observar una Luna joven o neomenia. El astrónomo Stefan Seip tuvo la suerte de que un avión de pasajeros pasara por delante de la estrecha franja iluminada por la luz del Sol mientras observaba la Luna. Al volar a gran altura, el rastro de condensación del avión a reacción reflejó la luz enrojecida de un Sol que se hundía en el horizonte occidental (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.
La imagen mostrada más arriba es un mosaico compuesto por dos fotografías telescópicas tomadas desde un paraje cercano a Las Cañas, en Uruguay. Muestra la Luna y Venus antes y después de la ocultación.
A la derecha, la estrella vespertina brilla con reflejos plateados en el cielo crepuscular y está a punto de esconderse tras el limbo lunar en sombras.
La imagen de la izquierda, tomada casi una hora después, muestra cuando Venus emerge por el borde iluminado de una media luna de apenas tres días de edad (ver "Cuando la Luna era joven").
Vía Foto astronómica del día correspondiente al 13 de septiembre de 2013. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y copyright: Luis Argerich, Agustín Llorens, Guido Medici, Gabriel Remotti.
(*) Venus recibe a veces el nombre de "Estrella Vespertina" y en otras ocasiones es llamado "Estrella Matutina" o "Lucero del Alba". Por supuesto, Venus no es una estrella sino un planeta. ¿De dónde provienen, entonces, esas denominaciones?
La órbita de Venus está comprendida dentro de la órbita de la Tierra. Desde la perspectiva terrestre y a diferencia de los planetas exteriores, Venus siempre está relativamente cerca del Sol. Cuando dicho planeta se encuentra en uno de los lados del Sol —o a su izquierda en el diagrama, que corresponde a un observador situado en el hemisferio norte terrestre y, por lo tanto, Venus recorre su órbita en sentido antihorario—, sigue la trayectoria solar en el cielo y brilla luego de la puesta del Sol, siempre y cuando la oscuridad del cielo lo permita. Cuando Venus está en su máximo brillo comienza a ser visible algunos minutos antes de la puesta de Sol. En esta situación Venus recibe el nombre de "Estrella Vespertina".
Cuando Venus se encuentra en el otro lado del Sol, esto es, a la derecha del Sol en el diagrama, se ubica delante de la trayectoria aparente del Sol en el cielo terrestre. En consecuencia, Venus saldrá por la mañana algunas horas antes que el Sol. Cuando amanece, el cielo se ilumina y el brillo de Venus se atenúa durante las horas diurnas. En ese momento Venus es llamada "Estrella Matutina" o "Lucero del Alba".
En la Antigüedad creían que la Estrella Matutina y la Estrella Vespertina eran dos astros diferentes. Los griegos llamaron Phosphorus o "la portadora de la luz" a la estrella del amanecer y Hesperus o "la estrella del atardecer" a la estrella del atardecer. Tradicionalmente se le atribuye a Pitágoras el descubrimiento de que ambas estrellas eran en realidad un único astro.
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