viernes, septiembre 04, 2015

La Vía Láctea entre luminiscencia nocturna austral


Luego de la puesta de sol del 1° de septiembre, una luminiscencia nocturna de tonalidades rojizas y excepcionalmente intensa se difundió por el cielo nocturno del invierno chileno (clic en la imagen para ampliarla a 1100 x 619 píxeles o verla aún más grande).

Por encima de un mar de nubes y a los flancos de la Vía Láctea, la luminiscencia nocturna parece ondular y fluir en ondas atmosféricas a través del horizonte norte.

La luminiscencia nocturna tiene su origen en una altitud similar de las auroras polares pero, a diferencia de éstas, se debe a la quimioluminiscencia, es decir, la luz se produce por una reacción química.

Por lo general, las cámaras digitales con la suficiente sensibilidad captan la luminiscencia atmosférica en tonos verdosos. Sin embargo, la emisión de la luminiscencia atmosférica rojiza proviene de las moléculas OH y de átomos de oxígeno con densidades extremadamente bajas, un fenómeno frecuente en las noches del hemisferio sur durante los últimos años.

La noche de la fotografía la luminiscencia atmosférica se veía a simple vista, pero sin colores.

En la parte superior de la imagen se divisa Antares y la Vía Láctea central (en la imagen de arriba a la derecha), mientras que a la izquierda se observa la brillante estrella Arcturus. A caballo de la Vía Láctea y cerca del horizonte se distingue a Vega, Deneb y Altair, conocidas en las noches del norte como las estrellas del Triángulo de Verano (en la siguiente imagen).

Las bonitas estrellas del Triángulo de Verano. Estas tres estrellas brillantes salen cuando en el hemisferio norte comienza la noche estival y forman el conocido asterismo del Triángulo de Verano. Altair, Deneb y Vega son las estrellas más brillantes o alfa de sus respectivas constelaciones, Aquila, Cygnus y Lyra, todas situadas cerca de la Vía Láctea. Las tres estrellas poseen un brillo aparente similar y son difíciles de distinguir en estos retratos telescópicos. Pero cada una de ellas tiene una historia propia, pues bajo la aparente similitud se ocultan grandes disparidades en términos de luminosidad intrínseca y distancia. Altair es una estrella enana de la secuencia principal, es 10 veces más brillante que el Sol y se halla a 17 años-luz de distancia. Vega también es una estrella enana que fusiona hidrógeno en helio, pero se diferencia de Altair porque es unas 30 veces más brillante que el Sol y está a 25 años-luz de nosotros. En cuanto a la supergigante Deneb, es casi 54 000 veces más luminosa que nuestra estrella y se encuentra mucho más lejos, a unos 1 400 años-luz. Dado su hermoso tono blanco-azulado, las estrellas del Triángulo de Verano son, naturalmente, más calientes que el Sol (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 4 de septiembre de 2015. Esta página ofrece todos los días una imagen, fotografía o video del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y derechos de autor: Yuri Beletsky (Carnegie Las Campanas Observatory).

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