El Sofista

Un museo de mamíferos fabulosos (32)

Quizás hace tanto como cinco mil años, un grupo de marineros encontró los cráneos de una raza de gigantes horribles, que los antiguos griegos dieron en llamar cíclopes. Moradores de una tierra mítica, estas criaturas confiaban el destino de sus cosechas a sus dioses malvados y devoraban a todos los seres humanos que encontraban. No sorprende, entonces, que los cíclopes aterrorizaran a los europeos durante generaciones. Todavía hoy es posible encontrar parientes de estos monstruos vagando por la sabana africana, en las junglas de la India o, incluso, comiendo maníes de la mano de los niños en los zoológicos urbanos. En realidad, los marineros de la antigua Grecia habían dado con cráneos de elefantes. Lo que ellos interpretaron como la cavidad de un único ojo es, en realidad, la abertura nasal para la trompa del elefante. Durante siglos la comprensión científica de los mamíferos, tanto de las especies actuales como de las extinguidas, ha mejorado considerablemente. Sólo que los científicos también se equivocan.

Año: 1677.
Científico: Gottfried Wilhelm Leibniz.
Publicado por primera vez en: Journal des Sçavants.
Publicación actual: Visual Cultures of Science, de Luc Pauwels (ed.).

Leibniz explicó que este ciervo había sido engrillado por embestir a las personas que pasaban a su lado, a resultas de lo cual le salieron los extraños bultos vistos en la imagen (ver la imagen más grande). Comparó el caso del ciervo con el de los prisioneros de los que se decía que "la gran tristeza o ansiedad podía provocar que les cambiara durante la noche el color del cabello" (*). Y agregó: "no fue posible disipar su humor acuoso después que el animal fuese aprisionado como ocurre por lo general con el calor que tales animales generan debido a las embestidas, saltos y corridas".

Fuente: Strange Science (en inglés).

(*) Me da la impresión de que el ilustrador anónimo se imaginó los bultos del animal como si el ciervo, a la usanza de la época, llevara puesta una peluca.

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escrito por el sofista @ miércoles, mayo 13, 2009