viernes, enero 09, 2009

Un museo de monstruos marinos ficticios (26)

Los europeos, desde la más remota antigüedad hasta bien pasado el Renacimiento, creían que había una gran variedad de bestias extrañas en el mundo, viviendo en los océanos, en los lejanos rincones del mundo o en el sótano de sus vecinos. Si proyectamos la imaginación hacia un futuro posible: ¿qué clase de monstruos turbará la mente de los futuros exploradores espaciales? No creo que estemos en condiciones razonables de poder anticiparlo. Quizás, incluso la misma idea de la exploración espacial sea monstruosa.

En una serie anterior, recorrimos en 22 pasos un museo de monstruos ficticios. Esta vez nos toca aprender sobre los monstruos marinos que inquietaban a quienes se internaban en las profundidades del océano. Los marinos contemporáneos de Colón no pensaban, en contra de lo que se cree popularmente, que navegarían hasta dar con el borde exterior de la Tierra. Sin embargo, estaban atemorizados por lo que podrían encontrar durante sus viajes. Su concepción de la vida marina se alejaba bastante de la realidad y comprendía desde suposiciones poco exactas sobre el comportamiento de las especies conocidas hasta representaciones imaginarias de animales que podían existir.

Año: 1868.
Publicado por primera vez en: Harper's Weekly.
Publicación actual: Monsters of the Sea, de Richard Ellis.

Este "pez maravilloso", descrito en el Semanario de Harper, fue identificado posteriormente como un tiburón peregrino. El dibujo es razonablemente preciso si se ignoran las patas. El tiburón se había descompuesto en parte para cuando se lo describió y esto pudo haber llevado a la suposición que era un monstruo marino con piernas. Pero no es errónea la talla colosal del ejemplar dibujado. El tiburón peregrino es uno de los peces actuales más grandes y puede medir poco más de 12 metros.

Fuente: Strange Science (en inglés).

Tiburón peregrino (cetorhinus maximus). Aunque la enorme boca cavernosa de este tiburón puede sobrepasar el metro de diámetro no es particularmente peligrosa, ya que este tiburón se alimenta filtrando el agua. Crédito: Wikimedia Commons.

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