jueves, febrero 07, 2008

Pasan cosas locas en los manicomios (3)

Visita al tercer manicomio de esta gira de inspección:

Resuelta la situación en el segundo manicomio —la que, convengamos, no fue nada difícil—, el inspector partió sin perder un segundo rumbo al siguiente manicomio de la lista. Quizá pensaba en hacer todo el trabajo antes de que finalizara el verano, de ahí la premura en continuar la gira. No sabemos si lo conseguirá, porque es muy probable que los problemas se agudicen, si no en lo inmediato, al menos en la medida en que se sucedan los manicomios. Pues si ésta no fuera la situación, inspectores con una menor capacidad deductiva que la suya habrían resuelto el caso mucho tiempo antes: ni siquiera lo habrían llamado.

Vayamos al tercer manicomio. En una de las entrevistas, un habitante hizo una declaración que puso en alerta roja al inspector. Luego de meditar un rato el inspector dedujo que el que hablaba debía ser un médico loco y, en consecuencia, no debería estar en ese lugar.

¿Cuál fue esa declaración?

Recordemos las reglas: los cuerdos dicen siempre la verdad y los locos mienten siempre. Todos los habitantes son médicos o pacientes y creen sinceramente en lo que dicen. Aprueba la inspección todo médico cuerdo o todo paciente loco. Si la desaprueba, el inspector deberá disponer la internación del médico loco o dar de alta al paciente cuerdo.

Respuestas en los comentarios (clic en sofismas). Tomen en cuenta que lo importante es fundamentar las respuestas por vía lógica y no recurriendo a las artes adivinatorias.

Visita al segundo manicomio y al cuarto manicomio.

Basado en este libro de Robert Smullyan.