El triplete de Leo

Las galaxias son muy gratificantes de observar, incluso con un telescopio pequeño. Se presentan individualmente por las referencias NGC 3628 (a la izquierda), M66 (abajo a la derecha) y M65 (arriba). Las tres son galaxias espirales de grandes dimensiones.
Sin embargo, no se parecen mucho entre sí, ya que sus discos galácticos se inclinan en ángulos diferentes con respecto a nuestro punto de vista. NGC 3628 se ve de canto, con bandas de polvo que oscurecen el plano de la galaxia, mientras que los discos de M66 y M65 se inclinan lo suficiente para revelarnos su estructura espiral.

Las interacciones gravitacionales entre las galaxias del grupo dejaron también sus signos característicos (ver la imagen al pie de la entrada), como el arqueamiento y aumento de grosor del disco de NGC 3628 y los larguísimos brazos espirales de M66.
Esta hermosa vista profunda del Triplete de Leo cubre un campo de un grado en el cielo, lo que representa el equivalente de dos discos lunares. A la distancia estimada del trío, unos 30 millones de años-luz (*), esa medida angular corresponde a un campo de 500 mil años-luz.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 9 de mayo de 2015. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y derechos de autor: Philippe Durville.
(*) Acerca de las distancias cósmicas
Las distancias en astronomía se miden en unidades de años-luz, donde un año-luz es la distancia que la luz recorre en un año: 10 billones de kilómetros. Sin embargo, por razones históricas relacionadas con la medición de la distancia a las estrellas cercanas, los astrónomos profesionales usan la unidad conocida como pársec, siendo un pársec igual a 3,26 años-luz.
Los astrónomos calculan la distancia a las galaxias remotas —aquellas que están más allá de los 20 millones de años-luz— con la ley de Hubble. Según esta ley, el universo se expande de forma tal que las galaxias distantes se alejan entre sí a una velocidad proporcional a su distancia. La recesión, como se denomina este fenómeno, causa que la radiación de una galaxia se desplace hacia longitudes de onda más largas, un efecto conocido como el desplazamiento al rojo o redshift. A partir de la medición del corrimiento al rojo y la constante de proporcionalidad, denominada constante de Hubble, los astrónomos pueden determinar la distancia a una galaxia.
Uno de los problemas centrales de la astronomía moderna es determinar con la mayor precisión posible la constante de Hubble, o sea, la medición de la tasa de expansión del universo. En la actualidad la constante ha podido medirse con una precisión de un 20 por ciento, por lo que las distancias medidas suelen modificarse diciendo, por ejemplo, "alrededor de 100 millones de años-luz". En particular, el equipo del Observatorio Espacial Chandra asume para sus publicaciones un valor de la constante de Hubble que corresponde a una velocidad de recesión de 600 kilómetros por segundo para una fuente a una distancia de 30 millones de años-luz o 10 millones de pársecs (H0 = 60 km/s/Mpc).
Nota: Síganme en Twitter (@astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo. Desde que comencé a tuitear hace ocho equinoccios, unos 40 mil tweets ilustran y amplían las más de 4000 entradas publicadas en el blog desde su inicio, en mayo de 2004. ¿Qué esperan para unirse a esta gran conversación? Ya somos más de dos mil ochocientos.
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