miércoles, diciembre 07, 2011

Kepler 22b, una casi Tierra en torno a un casi Sol


Es el planeta más parecido a la Tierra que se haya encontrado. Descubierto recientemente, el planeta Kepler 22b se convirtió de inmediato en el mejor lugar para buscar vida fuera del Sistema Solar (clic en la imagen para ampliarla a 900 x 675 píxeles o verla aún más grande).

La estrella del sistema de Kepler 22 es en realidad un poco más pequeña y más fría que el Sol. Se encuentra a 600 años-luz (*) de nosotros, en la constelación del Cisne (Cygnus en latín).

En cuanto al planeta, Kepler 22b, supera en poco más de dos veces el radio de la Tierra y gira en torno a su estrella ligeramente más cerca de lo que la Tierra respecto del Sol.

Con todo, Kepler 22b se encuentra en la zona de habitabilidad de su estrella (ver el gráfico al pie de la entrada), definida como la región de ese sistema solar donde podría existir agua líquida en la superficie.

La ilustración artística mostrada más arriba revela el aspecto que Kepler 22b ofrecería a los pasajeros de una nave espacial que entrara en el sistema. La imagen también presenta una comparación del Sistema Solar con el de Kepler 22b.

Por supuesto, la cuestión de si Kepler 22b alberga vida o incluso si simplemente cuenta con agua es imposible de responder con los datos actuales. No obstante, el proyecto SETI comenzará próximamente una campaña de escucha de Kepler 22b.

Zona de habitabilidad. En astronomía y astrobiología la zona de habitabilidad estelar es una estrecha región circumestelar en donde, de encontrarse ubicado un planeta (o satélite) rocoso con una masa comprendida entre 0,6 y 10 masas terrestres y una presión atmosférica superior a los 6,1 mb correspondiente al punto triple del agua, la luminosidad y el flujo de radiación incidente permitiría la presencia de agua en estado líquido sobre su superficie. Como el agua líquida es esencial para todas la formas conocidas de vida, se considera que los planetas situados en esta zona son los candidatos más probables para albergar vida extraterrestre, sin descartar que formas de vida exóticas que no requieran agua líquida puedan existir en otros tipos de ambiente. En el gráfico se indica la zona habitable esperable para estrellas con luminosidad distinta al Sol (clic en la imagen para ampliarla). Más información.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 7 de diciembre de 2011. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la ilustración: NASA / Ames / JPL-Caltech.


(*) Acerca de las distancias cósmicas

Las distancias en astronomía se miden en unidades de años-luz, donde un año-luz es la distancia que la luz recorre en un año: 10 billones de kilómetros. Sin embargo, por razones históricas relacionadas con la medición de la distancia a las estrellas cercanas, los astrónomos profesionales usan la unidad conocida como pársec, siendo un pársec igual a 3,26 años-luz.

Los astrónomos calculan la distancia a las galaxias remotas —aquellas que están más allá de los 20 millones de años-luz— con la ley de Hubble. Según esta ley, el universo se expande de forma tal que las galaxias distantes se alejan entre sí a una velocidad proporcional a su distancia. La recesión, como se denomina este fenómeno, causa que la radiación de una galaxia se desplace hacia longitudes de onda más largas, un efecto conocido como el desplazamiento al rojo o redshift. A partir de la medición del corrimiento al rojo y la constante de proporcionalidad, denominada constante de Hubble, los astrónomos pueden determinar la distancia a una galaxia.

Uno de los problemas centrales de la astronomía moderna es determinar con la mayor precisión posible la constante de Hubble, o sea, la medición de la tasa de expansión del universo. En la actualidad la constante ha podido medirse con una precisión de un 20 por ciento, por lo que las distancias medidas suelen modificarse diciendo, por ejemplo, "alrededor de 100 millones de años-luz". En particular, el equipo del Observatorio Espacial Chandra asume para sus publicaciones un valor de la constante de Hubble que corresponde a una velocidad de recesión de 600 kilómetros por segundo para una fuente a una distancia de 30 millones de años-luz o 10 millones de pársecs (H0 = 60 km/s/Mpc).


Nota: Síganme en Twitter (@astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo. Desde que comencé a tuitear en marzo de 2011, más de 3400 tuits ilustran y amplían las 200 entradas publicadas en el blog desde entonces. ¿Qué esperan para unirse a esta gran conversación?