martes, julio 26, 2011

Una licuadora cósmica en la galaxia NGC 474


¿Qué ocurre en la galaxia NGC 474? Múltiples capas de emisión dibujan figuras extrañamente complejas y por lo menos inesperadas, habida cuenta de la apariencia casi homogénea de esta galaxia elíptica en imágenes de menor profundidad (clic en la imagen para ampliarla a 900 x 750 píxeles o verla aún más grande).

Actualmente se desconoce el origen de estas envolturas o caparazones, pero es posible que las colas gravitacionales estén relacionadas con desechos no utilizados de las numerosas galaxias pequeñas que fueron absorbidas durante los últimos miles de millones de años.

Según otra explicación, dichas envolturas podrían ser como ondulaciones en la superficie de un lago, en realidad ondas de densidad vinculadas a la colisión en curso con la galaxia espiral que se encuentra justo por encima de NGC 474.

Cualquiera que sea la causa real, la imagen mostrada arriba ilustra de una manera espectacular un consenso creciente entre los investigadores, según el cual por lo menos algunas galaxias elípticas se han formado en el pasado reciente y que, además, los halos exteriores de la mayor parte de las grandes galaxias (en la imagen de la derecha) no son en realidad lisos, sino que presentan complejidades inducidas por las frecuentes interacciones, o incluso acreción, con galaxias cercanas y más pequeñas.

El halo de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, es un buen ejemplo de esta complejidad inesperada.

NGC 474 cubre un campo de unos 250 mil años-luz (*) y se encuentra aproximadamente a 100 millones de años-luz en dirección de la constelación de los Peces (Pisces en latín).

El caparazón de Centaurus A. Centaurus A es mayormente conocida por ser una galaxia activa, esto es, el resultado de la colisión de dos galaxias, cuyos residuos —una fantástica mezcolanza de cúmulos de estrellas jóvenes azules, gigantescas nubes de gas resplandeciente e imponentes bandas de polvo oscuro— son aparentemente consumidos por el agujero negro que yace en el centro de la galaxia. Además, Cen A cuenta con otra propiedad interesante: un sistema concéntrico de arcos o caparazón. Dicha estructura es poco frecuente y se interpreta como la prueba de una fusión galáctica ya acontecida. Una característica de la estructura en capas es la abundancia de gas, el cual debió separarse de las estrellas durante la colisión (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 26 de julio de 2011. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y copyright: P.-A. Duc (CEA, CFHT).


(*) Acerca de las distancias cósmicas

Las distancias en astronomía se miden en unidades de años-luz, donde un año-luz es la distancia que la luz recorre en un año: 10 billones de kilómetros. Sin embargo, por razones históricas relacionadas con la medición de la distancia a las estrellas cercanas, los astrónomos profesionales usan la unidad conocida como pársec, siendo un pársec igual a 3,26 años-luz.

Los astrónomos calculan la distancia a las galaxias remotas —aquellas que están más allá de los 20 millones de años-luz— con la ley de Hubble. Según esta ley, el universo se expande de forma tal que las galaxias distantes se alejan entre sí a una velocidad proporcional a su distancia. La recesión, como se denomina este fenómeno, causa que la radiación de una galaxia se desplace hacia longitudes de onda más largas, un efecto conocido como el desplazamiento al rojo o redshift. A partir de la medición del corrimiento al rojo y la constante de proporcionalidad, denominada constante de Hubble, los astrónomos pueden determinar la distancia a una galaxia.

Uno de los problemas centrales de la astronomía moderna es determinar con la mayor precisión posible la constante de Hubble, o sea, la medición de la tasa de expansión del universo. En la actualidad la constante ha podido medirse con una precisión de un 20 por ciento, por lo que las distancias medidas suelen modificarse diciendo, por ejemplo, "alrededor de 100 millones de años-luz". En particular, el equipo del Observatorio Espacial Chandra asume para sus publicaciones un valor de la constante de Hubble que corresponde a una velocidad de recesión de 600 kilómetros por segundo para una fuente a una distancia de 30 millones de años-luz o 10 millones de pársecs (H0 = 60 km/s/Mpc).


Nota: Síganme en Twitter (astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo.