martes, junio 09, 2009

La cadena galáctica de Markarian

En el centro del Cúmulo de Galaxias de Virgo se encuentra una asombrosa hilera de galaxias conocida como la Cadena de Markarian. En la cadena, vista a continuación, se destacan en la esquina superior derecha dos grandes galaxias lenticulares, M84 y M86, de las cuales no se distinguen mayores detalles:

(clic en la imagen para ampliarla a 900 x 600 píxeles o verla aún más grande). Siguiendo por la hilera y a la izquierda de las mencionadas galaxias lenticulares se destacan un par de galaxias en interacción mutua conocidas como Los Ojos de Markarian (*). El Cúmulo de Virgo es la agrupación galáctica más cercana, contiene más de 2000 galaxias y ejerce un apreciable tirón gravitacional sobre los miembros del Grupo Local de Galaxias que rodean a la nuestra, la Vía Láctea. El centro del Cúmulo de Virgo se sitúa a unos 70 millones de años-luz de la Tierra en dirección de la Constelación de la Virgen (Virgo en latín). Por lo menos siete galaxias de la cadena parecen moverse coherentemente [lo que permite pensar que están conectadas por fuerzas gravitacionales], aunque otras sólo se superponen por un efecto de perspectiva.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 9 de junio de 2009. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito y copyright: Piotrek Sadowski.

(*) La cadena continúa con galaxias espirales y termina en la gran espiral M88, no visible aquí pero sí en la esquina superior izquierda de esta otra imagen.

Un primer plano de Los Ojos, conformados por NGC 4438 a la izquierda y NGC 4435 a la derecha:

(clic en la imagen para ampliarla). Las dos galaxias parecen encontrarse a unos 100 mil años-luz de distancia en esta imagen, pero es probable que se hayan aproximado hasta unos 16 mil años-luz en el pasado cósmico. Las mareas gravitacionales resultantes del encuentro cercano debieron arrancarles numerosas estrellas, gas y polvo. NGC 4438, más masiva, pudo recuperar la mayor parte de la materia perdida en la colisión, mientras que NGC 4435, más pequeña, sólo le quedaron los ojos para llorar. Esta magnífica imagen de una región especialmente poblada del universo incluye como fondo una gran cantidad de distantes galaxias. Más información (en inglés).