miércoles, junio 10, 2009

Un museo de mamíferos fabulosos (11 tris)

Quizás hace tanto como cinco mil años, un grupo de marineros encontró los cráneos de una raza de gigantes horribles, que los antiguos griegos dieron en llamar cíclopes. Moradores de una tierra mítica, estas criaturas confiaban el destino de sus cosechas a sus dioses malvados y devoraban a todos los seres humanos que encontraban. No sorprende, entonces, que los cíclopes aterrorizaran a los europeos durante generaciones. Todavía hoy es posible encontrar parientes de estos monstruos vagando por la sabana africana, en las junglas de la India o, incluso, comiendo maníes de la mano de los niños en los zoológicos urbanos. En realidad, los marineros de la antigua Grecia habían dado con cráneos de elefantes. Lo que ellos interpretaron como la cavidad de un único ojo es, en realidad, la abertura nasal para la trompa del elefante. Durante siglos la comprensión científica de los mamíferos, tanto de las especies actuales como de las extinguidas, ha mejorado considerablemente. Sólo que los científicos también se equivocan.

Año: 1875.
Científico / Artista: Ernst Haeckel.
Publicado por primera vez en: The History of Creation.
Publicación actual: God — or Gorilla: Images of Evolution in the Jazz Age, de Constance Areson Clark.

Menos reproducido que el árbol de los ancestros del ser humano publicado por Haeckel, este otro diagrama en forma de helecho de los amniotas se ha citado como una visión más precisa de la diversidad de la vida (ver una ampliación de la imagen).

Fuente: Strange Science (en inglés).

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