Un museo de mamíferos fabulosos (3)
Quizás hace tanto como cinco mil años, un grupo de marineros encontró los cráneos de una raza de gigantes horribles, que los antiguos griegos dieron en llamar cíclopes. Moradores de una tierra mítica, estas criaturas confiaban el destino de sus cosechas a sus dioses malvados y devoraban a todos los seres humanos que encontraban. No sorprende, entonces, que los cíclopes aterrorizaran a los europeos durante generaciones. Todavía hoy es posible encontrar parientes de estos monstruos vagando por la sabana africana, en las junglas de la India o, incluso, comiendo maníes de la mano de los niños en los zoológicos urbanos. En realidad, los marineros de la antigua Grecia habían dado con cráneos de elefantes. Lo que ellos interpretaron como la cavidad de un único ojo es, en realidad, la abertura nasal para la trompa del elefante. Durante siglos la comprensión científica de los mamíferos, tanto de las especies actuales como de las extinguidas, ha mejorado considerablemente. Sólo que los científicos también se equivocan.Año: 1705.
Autor: Nicolaus Witsen.
Publicado por primera vez en: Noord en Oost Tartarye.
Publicación actual: The Lore of the Unicorn, de Odell Shepard.
Estas ilustraciones de cráneos de narval se equivocan al hacer que los surcos giren en el sentido de las agujas del reloj, cuando naturalmente giran en sentido contrario. Sin embargo, este pequeño error queda compensado por el error mucho más grande que corrige. Los adultos machos de estos mamíferos marinos poseen un colmillo de marfil que les sobresale del lado izquierdo de la mandíbula superior. Durante mucho tiempo estos colmillos se vendieron como alicuernos, puesto que se creía que eran cuernos de unicornio.
Fuente: Strange Science (en inglés).
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