sábado, enero 17, 2009

Un museo de monstruos marinos ficticios (33)

Los europeos, desde la más remota antigüedad hasta bien pasado el Renacimiento, creían que había una gran variedad de bestias extrañas en el mundo, viviendo en los océanos, en los lejanos rincones del mundo o en el sótano de sus vecinos. Si proyectamos la imaginación hacia un futuro posible: ¿qué clase de monstruos turbará la mente de los futuros exploradores espaciales? No creo que estemos en condiciones razonables de poder anticiparlo. Quizás, incluso la misma idea de la exploración espacial sea monstruosa.

En una serie anterior, recorrimos en 22 pasos un museo de monstruos ficticios. Esta vez nos toca aprender sobre los monstruos marinos que inquietaban a quienes se internaban en las profundidades del océano. Los marinos contemporáneos de Colón no pensaban, en contra de lo que se cree popularmente, que navegarían hasta dar con el borde exterior de la Tierra. Sin embargo, estaban atemorizados por lo que podrían encontrar durante sus viajes. Su concepción de la vida marina se alejaba bastante de la realidad y comprendía desde suposiciones poco exactas sobre el comportamiento de las especies conocidas hasta representaciones imaginarias de animales que podían existir.

Año: 1554-1555.
Científico / Artista: Guillaume Rondelet.
Publicado por primera vez en: Libri de Piscibus Marinis.
Publicación actual: Matters of Exchange, de Howard J. Cook.

Guillaume Rondelet fue uno de los naturalistas más respetados de su época y su libro sobre peces marinos era muy conocido. Esta raya, aunque vistosa, no parecía poseer los mismos refinamientos culturales que la descrita por Aldrovandi. Rondelet trabajó de cerca con los pescadores locales, quienes le traían especímenes y él, incluso, construyó tanques en los cuales bombeaba agua para poder observar mejor a dichos ejemplares.

Fuente: Strange Science (en inglés).

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