miércoles, enero 14, 2009

Thomas Harriot y los primeros mapas de la Luna

Es común atribuir a Galileo Galilei la invención del telescopio, aunque no sea cierto. También se le adjudica el haber sido el primero en observar el cielo nocturno con un telescopio. Tampoco es cierto, pero sí fue el primero en publicar el resultado de sus observaciones.

¿Pero, entonces, quién fue el primer astrónomo en apuntar el telescopio hacia arriba, para ver la Luna y las estrellas?

Fue un inglés llamado Thomas Harriot, que vivió entre 1560 y 1621. Estudió en St. Mary’s Hall (que actualmente forma parte del Oriel College), en Oxford, de donde se graduó en 1580. Luego hizo de profesor de matemáticas y compañero del explorador Sir Walter Raleigh. A principios de 1590 Raleigh perdió el favor real y fue encarcelado en la Torre de Londres.

A partir de allí Harriot pasó a servir a Henry Percy, el noveno Conde de Northumberland, quien a su vez fue encarcelado en 1605. Sin embargo permitió que Harriot continuara viviendo en su residencia de la actual Syon Park, en el oeste de Londres. Harriot llegó a ser un matemático distinguido, trabajó en teoría algebraica y mantuvo correspondencia con científicos del Reino Unido y de otras naciones europeas.

Para 1609 Harriot había adquirido su primer "tubo holandés" (telescopio). Lo apuntó hacia la Luna el 26 de julio de ese año y se convirtió en el primer astrónomo en dibujar un objeto astronómico visto por medio de un telescopio. El croquis lunar resultante, bastante tosco, muestra el trazado desigual del terminador lunar —la línea que marca la división entre el día y la noche en la Luna, vista desde la Tierra— y algunos accidentes de la superficie lunar como las regiones oscuras del Mare Crisium, del Mare Tranquilitatis y del Mare Fecunditatis (pueden ubicar los maria en la fotografía de la Luna con etiquetas).

Harriot realizó otros mapas entre 1610 y 1613. No todos están fechados, pero eran cada vez más detallados. Para 1613 había confeccionado dos mapas de toda la cara lunar, en los que incluían accidentes identificables como cráteres lunares que de forma crucial se representan en sus posiciones relativas correctas. Los primeros telescopios, del tipo de los usados por Harriot y Galileo, tenían un campo de visión estrecho y, en consecuencia, sólo un pequeño sector de la superficie de la Luna podía verse a la vez. Esta limitación hace más meritorio el trabajo de Harriot. No habrían de publicarse mapas mejores —por Hevelius y Chérubin d'Orleans, por ejemplo— hasta varias décadas después.

Compárese el dibujo de Thomas Harriot con esta fotografía reciente de la Luna, sobre la que se han impreso los nombres de algunos accidentes de la superficie lunar (clic en la imagen para ampliarla). Crédito: Enrique Luque Cervigón / LPOD.

Sin embargo, pese a su trabajo innovador, Harriot sigue siendo un desconocido para el gran público. A diferencia de Galileo, Harriot no publicó sus dibujos. Este hecho se explica en razón de que Harriot gozaba de una buena posición económica al estar al servicio de un noble adinerado. Vivía cómodamente y tenía a su disposición una habitación en la azotea de Syon House para realizar sus observaciones, en agudo contraste con las presiones financieras de Galileo.

En otras observaciones, Harriot descubrió independientemente las manchas solares y observó las lunas de Júpiter, aunque después de que Galileo las descubriera y anunciara. Aún así fue una tarea meritoria, puesto que Harriot midió cuidadosamente el movimiento de las lunas, observaciones que fueron confirmadas posteriormente.

Fuentes: Alan Chapman / RAS y BAB (en inglés).