jueves, marzo 12, 2009

El Casco de Thor

A la derecha, el Casco de Thor (NGC 2359) parece mirar fijamente a lo largo de un campo estelar de gran belleza. Situado en la Constelación de Can Mayor (Canis Major), este extenso paisaje celestial cubre unos 1,5 grados, lo que representa el equivalente de tres lunas llenas:

(clic en la imagen para ampliarla a 854 x 600 píxeles o verla mucho más grande). Un examen cuidadoso de la esquina inferior izquierda de la imagen revela una tenue nebulosa circular, quizás el objeto de la mirada cósmica de Thor. De un tamaño épico, incluso para una divinidad escandinava, el Casco de Thor mide 30 años-luz de ancho. Dicho casco es, en realidad, una burbuja interestelar que el viento impetuoso de una estrella brillante y masiva próxima al centro de la burbuja infla al azotar la nube molecular que la rodea. Conocida como una estrella Wolf-Rayet, este astro central es una gigante roja extremadamente caliente que se encuentra, según se cree, en una breve etapa transitoria hacia la fase de supernova:

(clic en la imagen para ampliarla a 882 x 616 píxeles o verla completa). En contraste, la tenue nebulosa circular es una nebulosa planetaria, la envoltura gaseosa de una estrella moribunda con menos masa que la gigante roja. Se estima que la distancia al Casco de Thor es de unos 15 mil años-luz.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 12 de marzo de 2009. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito y copyright: Rogelio Bernal Andreo, Ray Gralak (en inglés).

2 Sofismas:

El jue mar 12, 08:05:00 p.m. 2009, Blogger Von Marmalade escribió...

No sabía que existiera una nebulosa como esta... el casco de Thor, ¡¡qué maravilla!!

Muchas gracias por compartir sus conocimientos, Profesor, siempre es muy agradable pasear por su blog y empaparse de tanto saber.

 
El sáb mar 14, 04:16:00 p.m. 2009, Blogger el sofista escribió...

Gracias por la visita y el comentario —aunque como creo haberlo dicho, agrandas por mucho mi parte en todo esto—. Hay infinidad de objetos curiosos y maravillosos en el espacio que, lamentablemente, están más allá de la percepción humana: con esto quiero decir que estos objetos están de alguna manera construidos, ya que nunca podríamos verlos como lo muestran los instrumentos. Aunque los tuviéramos delante de nuestras narices. Y esto por dos razones: porque vemos sólo una parte del espectro electromagnético y porque nuestro sistema visual no nos permite acumular luz en la medida en que lo pueden hacer instrumentos como el CCD.

De todas maneras esto no le quita mérito ni encanto a la investigación astronómica, al menos para mí.
De todas maneras esto no le quita mérito ni encanto a la investigación astronómica, al menos para mí.

 

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