Invadidos
Es casi seguro que se aprovecharon de nuestra distracción. Nosotros, entretenidos con los preparativos para observar la conjunción —más sobre esto en cuanto pueda—, ni siquiera nos asomamos por el fondo de la casa. Tampoco lo hicimos por la mañana, ya que necesitábamos dormir luego del madrugón. Ellos debieron infiltrarse por la noche o la mañana temprano. Sin hacer ruido, como lo hacen todos sus congéneres. Pero cuando quisimos darnos el baño de la tarde, no señor, de ninguna manera, el fondo de la pileta estaba llena de insectos muy raros, de apariencia siniestra y dueños de una velocidad asombrosa: no era fácil atraparlos con el filtro.Luego de un rato de pelea atrapamos algunos —la tarea era difícil pero no imposible— y los llevamos encerrados en un frasco con agua a una veterinaria para que nos dijera qué clase de bicho era ese. Nones, la veterinaria no lo sabía pero a otro cliente le parecían conocidos: larvas de aguacil.
Una búsqueda por la Red en castellano no nos dijo nada concluyente, no pudimos encontrar fotos de la larva para comparar. En cambio, al buscar por dragonfly larvae dimos enseguida con el bicho (en la imagen). Sospechas confirmadas: tanto en lo referente al aguacil como en lo que concierne al idioma que habla la Red.
En resumen: mañana habrá un imprevisto vaciado y limpieza a fondo de la pileta. Como ven, un lujo de diversión para el fin de semana.
Imagen original.
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