domingo, abril 27, 2008

La isla de los preguntones (13)

Al día siguiente, mientras el inspector todavía estaba analizando la conversación con el tercero de los pacientes, éstos decidieron irse de la isla de los preguntones. Probablemente habían regresado de manera voluntaria al manicomio de donde habían escapado, ya que la vida fuera del manicomonio les debió parecer aún más loca que la de adentro.

Poco a poco las cosas volvieron a la normalidad en la isla, dando lugar a situaciones propicias para profundizar en las costumbres y tradiciones de los lugareños. Días después le llegó al inspector un rumor que le interesó mucho, que podría haber un brujo en la isla. Los brujos siempre le habían fascinado, así que estaba deseando conocer a uno de verdad, si es que el rumor era cierto y no una leyenda isleña.

No tardó mucho en averiguarlo, porque la suerte lo ayudó: cuando caminaba despreocupadamente por un sendero alejado, un nativo le hizo una pregunta de la cual el inspector dedujo que debía haber un brujo en la isla.

¿Pueden decir cuál es la pregunta?

Alguien podría preguntarse cómo el inspector pudo haber oído un rumor sobre un brujo en la isla o cualquier cosa sobre la isla, si los habitantes nunca hacen declaraciones, sino sólo preguntas. La solución de este problema mostrará cómo pueden transmitir información los habitantes tan libremente —si bien de manera más torpe— como cualquiera.

Recordemos las reglas: Los preguntones, o sea, los habitantes de la isla, hacen sólo preguntas que requieren la respuesta sí o no. Cada preguntón pertenece a uno de dos tipos, afirmativos y negativos. Los del tipo afirmativo hacen sólo preguntas cuya respuesta correcta es sí; los del tipo negativo hacen sólo preguntas cuya respuesta correcta es no. Por ejemplo, un habitante del tipo afirmativo podría preguntar: "Dos más dos, ¿son cuatro?". Pero no podría preguntar si dos más dos son cinco. Un habitante del tipo negativo no podría preguntar si dos y dos son cuatro, pero podría preguntar si dos y dos son cinco, o si dos y dos son seis. Ejemplo de análisis: ¿Soy del tipo negativo?

Respuestas en los comentarios (clic en sofismas). Tomen en cuenta que lo importante es fundamentar las respuestas por vía lógica y no recurriendo a las artes adivinatorias.

Basado en este libro de Robert Smullyan.

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