viernes, febrero 07, 2014

La noche oculta el mundo


Las estrellas aparecen cuando la luz del crepúsculo vespertino se desvanece en el apacible paisaje celeste mostrado arriba. La descripción acuerda en todo con el proverbio persa según el cual "la noche oculta el mundo, pero revela el universo" (clic en la imagen para ampliarla a 1200 x 710 píxeles o verla aún más grande).

En la escena, fotografiada en noviembre de 2013, el Sol se pone en el norte de Kenia y la noche se apresta a ocultar las orillas del Lago Turkana, el hogar de muchos cocodrilos del Nilo.

La región es conocida también como la cuna de la humanidad en razón de la gran cantidad de fósiles de homínidos que contiene (en la imagen de la derecha).

Arriba, en el cielo estrellado reina la brillante luz de Venus, llamada la estrella vespertina en numerosas culturas (ver la imagen y la nota al pie de la entrada).

Pero en el elegante arco de la Vía Láctea también se distingue el tenue brillo de estrellas lejanas, el reflejo apagado de las nubes de polvo cósmicas y el débil resplandor de las nebulosas.

Por encima de las nubes. Desde la cumbre del Mauna Kea barrida por los vientos, la vista del cielo nocturno podría ser como la mostrada en la imagen. La cumbre del volcán, que sobrepasa los 4 mil metros de altura, recorta su silueta sobre un paisaje verdaderamente celestial fotografiado poco después del crepúsculo. Superando por muy poco el mar de nubes, el pico del Mauna Kea brilla bajo la luz de la Luna. Acompañando a nuestro satélite, se encuentra Venus personificada como la brillante estrella vespertina o "Hesperos" (*), en una estrecha conjunción. Más a la derecha se distingue la tenue banda lechosa formada por las estrellas y nubes de polvo que yacen en el plano de nuestra galaxia (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 7 de febrero de 2014. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y derechos de autor: Babak Tafreshi (TWAN).

(*) Venus recibe a veces el nombre de "Estrella Vespertina" y en otras ocasiones es llamado "Estrella Matutina" o "Lucero del Alba". Por supuesto, Venus no es una estrella sino un planeta. ¿De dónde provienen, entonces, esas denominaciones?

La órbita de Venus está comprendida dentro de la órbita de la Tierra. Desde la perspectiva terrestre y a diferencia de los planetas exteriores, Venus siempre está relativamente cerca del Sol. Cuando dicho planeta se encuentra en uno de los lados del Sol —o a su izquierda en el diagrama, que corresponde a un observador situado en el hemisferio norte terrestre y, por lo tanto, Venus recorre su órbita en sentido antihorario—, sigue la trayectoria solar en el cielo y brilla luego de la puesta del Sol, siempre y cuando la oscuridad del cielo lo permita. Cuando Venus está en su máximo brillo comienza a ser visible algunos minutos antes de la puesta de Sol. En esta situación Venus recibe el nombre de "Estrella Vespertina".

Cuando Venus se encuentra en el otro lado del Sol, esto es, a la derecha del Sol en el diagrama, se ubica delante de la trayectoria aparente del Sol en el cielo terrestre. En consecuencia, Venus saldrá por la mañana algunas horas antes que el Sol. Cuando amanece, el cielo se ilumina y el brillo de Venus se atenúa durante las horas diurnas. En ese momento Venus es llamada "Estrella Matutina" o "Lucero del Alba".

En la Antigüedad creían que la Estrella Matutina y la Estrella Vespertina eran dos astros diferentes. Los griegos llamaron Phosphorus o "la portadora de la luz" a la estrella del amanecer y Hesperus o "la estrella del atardecer" a la estrella del atardecer. Tradicionalmente se le atribuye a Pitágoras el descubrimiento de que ambas estrellas eran en realidad un único astro.

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