jueves, enero 30, 2014

La huella de un cohete entre rastros estelares


La cámara fotográfica fue montada sobre un trípode y apuntada hacia el este, dominando la dársena de maniobras del Centro Espacial Kennedy (clic en la imagen para ampliarla a 950 x 633 píxeles o verla aún más grande).

Con estos ajustes, en la noche del 23 de enero de 2014 registró numerosos rastros estelares mediante una serie de cortas exposiciones distribuidas en un período de tres horas.

Como la cámara estaba situada a pocos kilómetros del Complejo de Lanzamientos Espaciales 41, perteneciente a la base de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, estuvo también en condiciones de captar el espectacular lanzamiento nocturno del cohete Atlas V que transportaba el satélite TDRS-L de la NASA.

Aunque parezca que es el movimiento de las estrellas en el cielo el que crea los rastros estelares, en realidad, los arcos de circunferencia luminosos son sólo aparentes, pues son un reflejo de la rotación diaria de la Tierra en torno a su eje (en la imagen de la derecha).

La rotación del planeta explica, además, por qué la huella del cohete sigue una trayectoria este, internándose en el Océano Atlántico. Pues si el lanzamiento se produce hacia el este, en la dirección de la rotación de la Tierra, la velocidad de rotación del planeta se suma a la del cohete y se reduce el consumo de combustible para llegar a la órbita.

Con cierta ironía, el destino final del satélite TDRS-L es una órbita geoestacionaria (ver la imagen al pie de la entrada). Desde allí, aproximadamente a 36 mil kilómetros por encima del ecuador, el período orbital del satélite coincidirá con la rotación de la Tierra y permanecerá inmóvil en el cielo del planeta Tierra.

La autopista geoestacionaria. Colóquese un satélite en una órbita circular a unos 42 mil kilómetros del centro de la Tierra —o sea, a 36 mil km sobre la superficie del planeta— y el satélite recorrerá una órbita en 24 horas. Esta órbita se llama geosincrónica porque coincide con el período de rotación de la Tierra. Además, si la órbita también se halla en el plano del ecuador, el satélite estará suspendido en un punto fijo del cielo en una órbita geoestacionaria. Tal como el futurista y escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke anticipó en la década de 1940, hoy es algo muy común que los satélites de comunicaciones y de meteorología usen las órbitas geoestacionarias, un escenario que los astrofotógrafos actuales conocen muy bien. Imágenes telescópicas del cielo nocturno obtenidas con seguimiento automático de las estrellas también pueden captar el destello de los satélites geoestacionarios cuando éstos reflejan la luz solar muy por encima de la superficie de la Tierra. Debido a que estos satélites se mueven con la rotación de la Tierra contra el fondo fijo de estrellas, dejan estelas que parecen seguir una autopista que cruza el paisaje celeste (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 30 de enero de 2014. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y derechos de autor: Mike Killian / AmericaSpace.

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