miércoles, mayo 08, 2013

Los principales telescopios del mundo investigan GRB 130427




Una formidable explosión tuvo lugar en el universo cercano y los principales telescopios terrestres y espaciales comenzaron a investigarla de inmediato (ver la animación más grande).

El estallido de rayos gamma, identificado como GRB 130427A, fue detectado por primera vez por los satélites espaciales Fermi y Swift. Estos satélites observan el universo de altas energías y enviaron rápidamente la información a la Tierra.

En menos de tres minutos, el telescopio de 0,50 m ISON, instalado en Nueva México, captó el estallido en luz visible, señaló su extrema luminosidad y transmitió coordenadas más precisas.

Pocos minutos después, la brillante contraparte óptica era seguida por varios telescopios de re-orientación dinámica como el telescopio de 2 metros P60, en California, el telescopio de 1,3 m PAIRITEL, en Arizona, y el telescopio de 2 metros Faulkes North, en Hawai.

No habían pasado dos horas cuando el telescopio de 8,2 metros Gemini North, también en Hawai, observó un desplazamiento al rojo de 0,34 y ubicó la explosión a unos 5 mil millones de años-luz (*) de la Tierra, una distancia considerada cercana en términos cosmológicos.

Simultáneamente se revisaron imágenes registradas por RAPTOR, un sistema de monitoreo del cielo completo, y se halló una contraparte óptica muy brillante, de magnitud 7.4, producida 50 segundos antes de que el satélite Swift diera el aviso.

Si bien se trata del estallido más brillante de los últimos años, el telescopio VLA también detectó una señal de GRB 130427A en ondas de radio de baja energía, mientras que el satélite Fermi registraba las energías más altas jamás observadas.

Los telescopios de neutrinos, ondas gravitacionales y otros diseñados para detectar sólo fotones de muy alta energía continúan comprobando sus datos en busca de una señal de GRB 130427A.

En la animación de arriba se muestra cómo el intenso resplandor de GRB 130427A iluminó por un momento la totalidad del cielo de rayos gamma. El seguimiento continuo de la contraparte óptica (en la imagen de la derecha) seguirá en curso por cuanto existe la posibilidad de que pronto aparezca el resplandor una supernova clásica.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 8 de mayo de 2013. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la ilustración: NASA, DOE, Fermi LAT Collaboration.


(*) Acerca de las distancias cósmicas

Las distancias en astronomía se miden en unidades de años-luz, donde un año-luz es la distancia que la luz recorre en un año: 10 billones de kilómetros. Sin embargo, por razones históricas relacionadas con la medición de la distancia a las estrellas cercanas, los astrónomos profesionales usan la unidad conocida como pársec, siendo un pársec igual a 3,26 años-luz.

Los astrónomos calculan la distancia a las galaxias remotas —aquellas que están más allá de los 20 millones de años-luz— con la ley de Hubble. Según esta ley, el universo se expande de forma tal que las galaxias distantes se alejan entre sí a una velocidad proporcional a su distancia. La recesión, como se denomina este fenómeno, causa que la radiación de una galaxia se desplace hacia longitudes de onda más largas, un efecto conocido como el desplazamiento al rojo o redshift. A partir de la medición del desplazamiento al rojo y la constante de proporcionalidad, denominada constante de Hubble, los astrónomos pueden determinar la distancia a una galaxia.

Uno de los problemas centrales de la astronomía moderna es determinar con la mayor precisión posible la constante de Hubble, o sea, la medición de la tasa de expansión del universo. En la actualidad la constante ha podido medirse con una precisión de un 20 por ciento, por lo que las distancias medidas suelen modificarse diciendo, por ejemplo, "alrededor de 100 millones de años-luz". En particular, el equipo del Observatorio Espacial Chandra asume para sus publicaciones un valor de la constante de Hubble que corresponde a una velocidad de recesión de 600 kilómetros por segundo para una fuente a una distancia de 30 millones de años-luz o 10 millones de pársecs (H0 = 60 km/s/Mpc).

Nota: Síganme en Twitter (@astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo. Desde que comencé a tuitear hace cuatro equinoccios, más de 15 mil tweets ilustran y amplían las casi 750 entradas publicadas en el blog desde entonces. ¿Qué esperan para unirse a esta gran conversación? Ya somos más de mil trescientos.