lunes, agosto 02, 2010

La Nebulosa Roseta según el Herschel


Esta imagen de la Nebulosa de la Roseta, tomada por el Telescopio Espacial Herschel, cubre una área de unos 65 años-luz de ancho, situada a aproximadamente 5 500 años-luz de distancia (clic en la imagen para ampliarla a 1200 x 916 píxeles o verla aún más grande).

La Nebulosa de la Roseta es una nube de polvo que contiene suficiente gas y polvo como para formar alrededor de 10 mil estrellas como el Sol. En el centro de la nebulosa, no mostrado en la imagen (ver la siguiente imagen), se encuentra un cúmulo de jóvenes estrellas brillantes y calientes. Las estrellas del cúmulo calientan el gas y el polvo circundante, que aparece, en consecuencia, de color azulado. Las regiones pequeñas, blancas y brillantes son capullos de polvo dentro de los cuales se están formando enormes estrellas. Es muy probable que cada una de estas "protoestrellas" se convierta en una estrella con alrededor de diez veces la masa del Sol. En conjunto, las mencionadas estrellas calientan el gas y el polvo circundante, haciéndolo brillar con mayor intensidad. Las manchas rojizas y más pequeñas, distinguibles cerca del centro de la imagen y hacia la izquierda, también albergan protoestrellas, pero éstas son de menor tamaño y de ellas surgirán estrellas mucho más parecidas al Sol.

El registro de esta imagen forma parte del proyecto HOBYS o "Herschel imaging survey of OB Young Stellar objects". Las estrellas OB son tanto las estrellas más calientes como las brillantes, y este proyecto tiene como objetivo estudiar la formación y posterior evolución de dichos gigantes. Si bien las estrellas OB son menos comunes que las estrellas del tipo solar, menos masivas y más tenues, emiten mucha luz y pueden tener un impacto importante en su entorno. Luego de unos pocos millones de años estas estrellas terminarán sus días como supernovas, distribuyendo su material por el área que las rodea y sembrando otras generaciones de estrellas.

Un primer plano del centro de la Nebulosa Roseta. Las estrellas de NGC 2244 se formaron hace unos cuatro millones de años a partir del material de la nebulosa y el viento que emiten abre una cavidad en el centro de la nebulosa, aislada del medio interestelar por una capa de polvo y gas caliente. La luz ultravioleta procedente de las estrellas calientes del cúmulo es la causa del resplandor de la nebulosa circundante (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.

Imagen de la semana publicada por la UK Space Agency. Crédito: ESA / SPIRE / PACS / HOBYS.