La mano de un púlsar
Comparado con lo que duran los púlsares, PSR B1509-58 parece un jovencito (*). La luz de la explosión de supernova que le dio origen podría haber llegado a la Tierra por primera vez hace unos 1 700 años (clic en la imagen para ampliarla a 864 x 864 píxeles). La estrella de neutrones magnetizada cuenta con un diámetro de 20 km y gira sobre sí misma 7 veces por segundo, una dínamo cósmica que genera una corriente de partículas cargadas. Esta corriente o viento energético crea el resplandor de rayos X de la nebulosa circundante vista en la impactante fotografía de hoy, tomada por el Observatorio de Rayos X Chandra.
Los rayos X de baja energía se muestran en rojo, los de media energía en verde y los de alta energía en azul. El propio púlsar está en la brillante región central. De manera extraordinaria, la compleja y sugerente estructura del púlsar se parece a una mano.
PSR B1509-58 se encuentra a unos 17 mil años-luz de distancia en la constelación meridional de Circinus o Compás. A dicha distancia la imagen del Chandra cubre un campo de 100 años-luz.
Vía Foto astronómica del día correspondiente al 1° de mayo de 2010. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y copyright: P. Slane (Harvard-Smithsonian CfA) et al., CXC, NASA.
(*) Una mirada retrospectiva del tiempo
Una consecuencia de que la velocidad de la luz sea finita es que siempre estamos atrasados, no importa el esfuerzo que hagamos para estar a tiempo o ser puntuales. Así, un observador situado en la Tierra es incapaz responder a una pregunta aparentemente tan simple como qué está pasando ahora en el Sol, ya que la luz tarda 8 minutos en recorrer la distancia entre el Sol y la Tierra. Para las distancias galácticas el viaje de la luz es más largo, de forma tal que la información obtenida de la galaxia NGC 6240 (en la imagen, clic para ampliarla), situada a 400 millones de años-luz de distancia, ¡está desactualizada en 400 millones de años! Un consuelo es que si hubiera astrónomos en NGC 6240 observando la Vía Láctea, la galaxia que habitamos, también estarían 400 millones de años atrasados, con respecto, como es evidente, a nuestro presente. Como dijo Einstein, el pasado, presente y futuro son ilusorios, pero son ilusiones muy persistentes.
El tiempo del pasado en el cual se emitió la luz de un objeto distante que ahora recibimos suele llamarse tiempo retrospectivo o look-back time. Cuando los astrónomos observan objetos distantes, dan por supuesto que los acontecimientos bajo estudio ya han sucedido, debido al tiempo que la luz demora en viajar. Para dar una analogía, es como encontrar una serie de fotografías de un chico o una chica en una cápsula de tiempo de 300 años de antigüedad: podemos ver el crecimiento de la criatura, algo que sucedió hace 300 años, aun cuando el sujeto fotografiado ya habrá muerto.
Por ejemplo, en el caso de NGC 6240, la teoría afirma que ya se ha producido la fusión de agujeros negros supermasivos, quizás hace 250 millones de años, según la escala de tiempo de NGC 6240. Pero nosotros, en la Tierra, no podremos observar ese fenómeno hasta dentro de 150 millones de años. Más información (en inglés).
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