Un remolino verde
El 11 de abril de 2009, el fotógrafo Agust Gudmundsson apuntó con su cámara al norte, abrió el obturador y dejó que el cielo girara durante casi una hora. Esa noche la bóveda celeste se veía bien oscura desde Islandia y la idea era registrar las típicas trazas estelares. Pero no fue eso lo que obtuvo, sino un remolino verde:(clic en la imagen para ampliarla). Fue una aurora boreal la que tiñó la fotografía de verde y púrpura. Gudmundsson asegura que la aurora no era visible a simple vista, pero es indudable que la cámara la captó sin problemas. Había colocado la cámara de forma tal que el asta de bandera —el objeto visible en la parte inferior de la imagen— apuntara directamente a la estrella polar (ver otra fotografía de la misma noche en la que la aurora es bastante más tenue).
En los próximos días habrá oportunidad de contemplar y fotografiar más auroras ya que una corriente de viento solar se dirige hacia la Tierra. Se estima que llegará el próximo 16 o 17 de abril.
Fuente: Space Weather (en inglés).
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