Un museo de mamíferos fabulosos (14)
Quizás hace tanto como cinco mil años, un grupo de marineros encontró los cráneos de una raza de gigantes horribles, que los antiguos griegos dieron en llamar cíclopes. Moradores de una tierra mítica, estas criaturas confiaban el destino de sus cosechas a sus dioses malvados y devoraban a todos los seres humanos que encontraban. No sorprende, entonces, que los cíclopes aterrorizaran a los europeos durante generaciones. Todavía hoy es posible encontrar parientes de estos monstruos vagando por la sabana africana, en las junglas de la India o, incluso, comiendo maníes de la mano de los niños en los zoológicos urbanos. En realidad, los marineros de la antigua Grecia habían dado con cráneos de elefantes. Lo que ellos interpretaron como la cavidad de un único ojo es, en realidad, la abertura nasal para la trompa del elefante. Durante siglos la comprensión científica de los mamíferos, tanto de las especies actuales como de las extinguidas, ha mejorado considerablemente. Sólo que los científicos también se equivocan.Año: 1616.
Científico: Ulisse Aldrovandi.
Publicado por primera vez en: De Quadrupedibus Solidipedibus.
Publicación actual: Amazing Rare Things, de Attenborough, Owens, Clayton y Alexandratos.
La existencia de un animal parecido al burro y a rayas blancas y negras pudo ser algo sorprendente para los europeos. La cebra también parece sorprendida y mira con cara de reproche al lector, como si fuera a preguntarle por el bromista que le dibujó las rayas. Sin embargo, la ilustración no resulta ser tan mala cuando se toma en cuenta que el dibujo representaba un animal desconocido y nativo de otro continente.
Fuente: Strange Science (en inglés).
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