domingo, enero 04, 2009

Un museo de monstruos marinos ficticios (22)

Los europeos, desde la más remota antigüedad hasta bien pasado el Renacimiento, creían que había una gran variedad de bestias extrañas en el mundo, viviendo en los océanos, en los lejanos rincones del mundo o en el sótano de sus vecinos. Si proyectamos la imaginación hacia un futuro posible: ¿qué clase de monstruos turbará la mente de los futuros exploradores espaciales? No creo que estemos en condiciones razonables de poder anticiparlo. Quizás, incluso la misma idea de la exploración espacial sea monstruosa.

En una serie anterior, recorrimos en 22 pasos un museo de monstruos ficticios. Esta vez nos toca aprender sobre los monstruos marinos que inquietaban a quienes se internaban en las profundidades del océano. Los marinos contemporáneos de Colón no pensaban, en contra de lo que se cree popularmente, que navegarían hasta dar con el borde exterior de la Tierra. Sin embargo, estaban atemorizados por lo que podrían encontrar durante sus viajes. Su concepción de la vida marina se alejaba bastante de la realidad y comprendía desde suposiciones poco exactas sobre el comportamiento de las especies conocidas hasta representaciones imaginarias de animales que podían existir.


Año: 1853.
Científico: Edward Forbes.
Publicado por primera vez en: A History of British Mollusca and Their Shells (Vol. 1).
Publicación actual: "Deserts on the Sea Floor", de Thomas R. Anderson y Tony Rice, publicado en la Revista Endeavour del mes de diciembre de 2006.

Este dibujo de un "monstruo marino" es probablemente muy preciso. Es de un nudibranquio, un molusco sin caparazón pero con muchas y complejas protuberancias. (Nudibranquio significa "con las branquias al desnudo" pero con cierta libertad puede traducirse como "molusco con el trasero al aire".) Forbes no se equivocó al dibujar las crituras marinas. Sí lo hizo, en cambio, cuando supuso que no podía haber vida por debajo de una determinada profundidad del mar. De hecho, ese supuesto estaba bastante aceptado en aquella época, por cuanto las profundidades del océano reciben poca luz, el agua causa una intensa presión y la temperatura es fría. Todavía faltaba mucho para el descubrimiento de los respiraderos del fondo del mar rebosantes de vida. Sin embargo, varias décadas antes de que Forbes propusiera su hipótesis, el dragado del fondo oceánico había sacado a relucir exóticas criaturas marinas.

Fuente: Strange Science (en inglés).

Nudibranquios (imágenes tomadas al azar de Google Images). Resultaron ser mucho más simpáticos de lo que imaginé al leer la nota por primera vez.

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