jueves, junio 12, 2008

El daño a la plataforma de lanzamiento es una amenaza para las próximas misiones

Al parecer, el daño a la plataforma de lanzamiento 39A es peor de lo que se pensó en un principio. Según un informe de la WESH TV de Orlando, no sólo se dañaron los ladrillos de las paredes de la plafaforma de lanzamiento durante el lanzamiento del Discovery el 31 de mayo de 2008, sino que el daño también se extiende a cientos de pies cuadrados por debajo de la plataforma:

Funcionarios de la NASA dijeron que los ingenieros inspeccionaron las paredes y hallaron más sectores a punto de caerse, lo que torna peligroso el uso de la plafatorma. Las reparaciones comenzarán cuanto antes, por cuanto hay sólo dos plataformas de lanzamiento para el transbordador. Para complicar las cosas, ambas plataformas, la 39A y la 39B, deben estar disponibles para la próxima misión del transbordador espacial —un vuelo hacia el Telescopio Espacial Hubble—, y además ya comenzó el trabajo previo para cambiarle a la plataforma 39B su actual uso —lanzamiento de transbordadores—: en esa plataforma se probará, el próximo año, el primer cohete Ares del programa Constelación.

La misión STS-125 al Hubble, prevista para octubre de 2008, requiere que haya un transbordador listo en cada plataforma de lanzamiento, ya que las directivas de vuelo luego del desastre del Columbia exigen un transbordador de reemplazo para actuar como nave de rescate en cualquier misión que no vaya a la Estación Espacial Internacional, donde la tripulación podría refugiarse si, a causa de algún daño, el transbordador no pudiera aterrizar.

Así pues, no es una opción clausurar la plataforma dañada, dijo el director del programa del transbordador, Leroy Cain. "Necesitamos ambas plataformas de lanzamiento, así que eso no es negociable en este momento."

Pero cambiar a la plataforma 39B como la plataforma de lanzamiento primaria también presenta problemas, ya que actualmente el lugar está siendo preparado para lanzamientos del programa Constelación.

El lanzamiento de hace dos semanas causó enormes agujeros en las paredes de la plataforma. Los ladrillos fueron despedazados y arrojados sobre un camino a unos 300 metros y al canal detrás de la plataforma. A la NASA le preocupa que esos ladrillos sean lanzados hacia arriba y dañen al transbordador espacial durante un lanzamiento futuro.

"Hay muchas cosas que son capaces de despedazarse o despegarse y que pueden golpear al vehículo de lanzamiento", dijo Leroy Cain. "¿Impactará esto al programa del transbordaor, potencialmente a la estación y, sin dudas, al programa Constelación? Estoy seguro que sí."

Ambas plataformas de lanzamiento se construyeron para enviar al espacio a los cohetes Saturno del programa Apolo, en la década del '60.

Pero en su estado actual la plataforma de lanzamiento 39A no puede usarse hasta que la NASA determine cómo y por qué ocurrió el daño, además de cómo prevenir que vuelva a suceder.

Fuente: Nancy Atkinson para Universe Today (en inglés). Crédito de las imágenes: NASA, copiadas de aquí.