domingo, abril 30, 2006

Una mirada siniestra


A pesar de que lo primero que uno nota en la imagen son dos ojos muy enojados —como para seguir con el tema de la pareidolia—, no hay que quedarse con la primera impresión, porque en realidad la imagen pretende mostrar dos galaxias en colisión, IC 2163 y NGC 2207, situadas a unos 140 millones de años luz de la Tierra. Pero muestra ambos objetos de una manera muy peculiar, por cuanto la imagen es una composición realizada con las observaciones de los telescopios espaciales Spitzer, que opera en el espectro infrarrojo, y el Hubble, que aportó datos del espectro visible.

En otras palabras, jamás habríamos podido observar esos ojos, incluso bajo las condiciones ideales, si la imagen no hubiera sido fabricada: la mirada siniestra pertenece a un fantasma.

Tampoco la mirada es eterna. Como ocurre en los asuntos humanos, el enojo cósmico es pasajero: apenas durará unos 500 millones de años años, cuando ambas galaxias dejen de ser dos entidades separadas y se fusionen en un único objeto. Al menos esa es la predicción de los astrónomos del Spitzer.

Ahora bien, sabiendo que los ojos de la imagen corresponden a los núcleos de las galaxias, cuando éstas lleguen a ser un único objeto y, en consecuencia, tendrá un solo núcleo-ojo, ¿cambiará también su mirada, pasará el enojo?

Poder vivir para saberlo.

Vía Space (en inglés). La imagen pertenece a NASA, ESA/JPL-Caltech/STScI/D.

Otra imagen de las mismas galaxias.

viernes, abril 28, 2006

Acerca de Heráclito y el blog — Segunda parte

Una nueva entrada dedicada a las reflexiones de Heráclito sobre el mundo del blog, esta vez de carácter claramente prescriptivo. Es muy probable que estos pensamientos formaran parte de los discursos internos, especialmente dirigidos a aquellos discípulos que se iniciaban en las dificultades de la Red:

De Diógenes Laercio, Vida de los filósofos más ilustres, IX, 7 y 73:
Fragmento 45. Los límites del blog no los hallarás navegando, cualquiera sea el enlace que recorras; tan profundo es su fundamento.

Fragmento 47. No hagamos conjeturas al azar acerca de los blogs supremos.
Además, Heráclito pareciera haber aclarado que no importa el orden en que leas un blog —tanto a partir de la última entrada hacia la primera, como en sentido contrario— porque, según nos transmitió Hipólito, Refutación de todas las herejías, IX, 10, 4:
Fragmento 60. El camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo.
Primera parte de las reflexiones.

sábado, abril 22, 2006

Un truco para archivos .PDFs

Hace un par de días recibí un documento en formato .PDF que imprevistamente venía con restricciones para la impresión. El documento tenía una estructura muy sencilla, ya que sólo incluía imágenes de texto. Sin embargo, por un involuntario error de quien lo había creado y enviado, sólo podía imprimirse en baja resolución. En consecuencia, la impresión no servía para nada, ya que el texto impreso en esas condiciones era ilegible.

Como no tenía manera de recibir ni la contraseña ni una nueva copia en lo inmediato, busqué alguna manera de sortear la restricción. Me habían dicho que si convertía un archivo .PDF en .HTML utilizando una de las funcionalidades de las cuentas Gmail, podía imprimir el documento sin restricciones. Probé el truco, pero no hubo magia con las imágenes.

Estuve buscando un buen rato hasta que encontré una nota que afirmaba que si se abre un .PDF con la Utilidad ColorSync del Mac OS X y luego se lo guarda como un documento distinto, la nueva copia está libre de restricciones.

No podía ser tan fácil. Pero como no perdía nada con probar, seguí las instrucciones, luego abrí el documento en Vista Previa y mandé a imprimir. Esta vez el truco funcionó.

Actualización: El truco mencionado más arriba dejó de funcionar en Gmail. Detalles (en inglés).

viernes, abril 21, 2006

El presente

Mientras dictaba clases de sofística en su academia, le preguntaron a Charlatandro si existía el presente.

Mi amigo enigmáticamente les respondió:
— Ahora sí, ahora no.

jueves, abril 20, 2006

La página más enlazada de todas

¿Alguien tiene idea de cuál es la página más enlazada de la Red?

La búsqueda más obvia y literal en Google no parece decir nada muy relevante para mi pregunta, ya que los resultados de la búsqueda se refieren a la página más enlazada de un sitio determinado y no a la Red en su conjunto. De aquí que no parezca que una búsqueda directa y frontal pueda dar una respuesta interesante (*).

Luego se me ocurrió que una buena estrategia alternativa es buscar en Google por http. Una vez eliminados los resultados que aparecen por relevancia explicativa —como el que explica el protocolo—, quedan las páginas principales de Microsoft, Yahoo!, Apache, Lycos, AltaVista, My Excite y Adobe.

Esto significa, a grosso modo, que los comerciantes si todavía no se han apoderado de la Red, están en vías de hacerlo. Para los viejos navegantes esta conclusión no deja de ser decepcionante, pues hubo una época en que se creía que la Red se trataba más de compartir que de vender.

Sin duda que aquéllos eran otros tiempos, hoy todo está corrompido —hmm, parece que esta mañana me levanté medio rousseauniano.

Retomo el tema inicial, quizás al buscar con otros criterios se encuentren resultados más alentadores: ¿estoy dejando de lado algo obvio? ¿Qué otras maneras hay de averiguar la página más enlazada?

(*) Esta clase de situaciones las relaciono con un par de cuentos de ciencia ficción —uno de Robert Sheckley, el otro de Asimov— en los cuales los protagonistas buscan una mítica computadora conocedora de todos los secretos del universo, pero cuando finalmente la encuentran no logran hacerse entender por ésta. Además de otros cuestionamientos al argumento de los cuentos, los autores suponen que el equipo era esencialmente tonto, pues es incapaz de guiar a los usuarios en su búsqueda. Ya me imagino quien les habría diseñado la interfaz.

lunes, abril 17, 2006

Dos concepciones acerca de la verdad

Fragmento de una conferencia (en inglés) de 2002, Alain Badiou sobre la verdad en Heidegger:
La filosofía moderna es una crítica de la verdad como adecuación. La verdad no se limita a la forma del juicio. Heidegger plantea que es un destino histórico. Partiré de la idea siguiente: ante todo, la verdad es algo nuevo. Aquello que transmite, aquello que repite, lo llamaremos conocimiento. Es esencial distinguir la verdad del conocimiento. Es una distinción ya realizada en la obra de Kant, entre la razón y el entendimiento, y es como usted sabe una distinción de suma importancia para Heidegger, quien distingue verdad como aletheia, y entendimiento como cognición, ciencia, techne [técnica]. Aletheia es siempre y propiamente un principio. Techne es siempre una continuación, una aplicación, una repetición. Por esto Heidegger dice que el poeta de la verdad es en todo caso el poeta de una suerte de mañana del mundo. Cito a Heidegger: "el poeta habla siempre como si el ser fuera expresado por vez primera". Si toda verdad es algo nuevo, ¿cuál es el problema filosófico esencial con respecto a la verdad? Es el problema de su aparición [appearance] y de su acontecer [becoming]. La verdad se debe someter al pensamiento no como un juicio o una proposición sino como un proceso en lo real. Este esquema representa el aconteceder de una verdad. El propósito de mi charla es explicar solamente el esquema. Para que comience el proceso de la verdad, algo debe suceder. El conocimiento como tal sólo nos da la repetición, trata solamente con lo que ya es. Para que la verdad pueda afirmar su novedad, debe haber un complemento. Este complemento está confiado al azar; es impredecible, incalculable, está más allá de lo que es. Lo llamo un acontecimiento. Una verdad aparece en su novedad porque un acontecimiento memorable interrumpe la repetición. Ejemplos: La aparición, con Esquilo, de la tragedia en el teatro. La erupción, con Galileo, de la física matemática.
Como suele ocurrir en estos casos, la traducción es aproximada. Pero no tanto como la interpretación que hace Badiou, un poco más avanzada la conferencia, de la contribución de Kurt Gödel a la matemática.

El enlace a la conferencia me llegó vía Enowning, un blog dedicado a Heidegger.

sábado, abril 15, 2006

Sudoku. Diferencia entre el método deductivo y el conjetural.

Preguntaron en Snark por la diferencia entre el método normal de resolución de problemas de sudoku y el método de las conjeturas.

Como creo que éste es un tema que podría interesarle a muchos, copio una versión pulida de mi respuesta para llevar el debate a un círculo más amplio.

Hay dos grandes métodos de resolución de sudokus, uno es el de deducción directa y el otro es por vía indirecta, también llamado por reducción al absurdo, por conjeturas, o por ensayo y error.

Ambos métodos son lógicos y se basan en métodos formales de razonamiento. Se diferencian por cómo ponen a prueba la verdad del enunciado que afirma el número a colocar en la grilla.

En el primer método, la deducción directa, ese enunciado —por ejemplo, En X1Y1 va 5— es la conclusión deducida de una conjunción de premisas o enunciados que describen los estados o las relaciones de los números puestos en la grilla del sudoku. Como se trata de una deducción y partimos de premisas verdaderas, las inferencias son necesarias y se mantiene el valor de verdad a lo largo de todo el razonamiento. Ahora bien, también es posible que —a causa de un error en la descripción de la grilla actual— una o más de las premisas que forman parte del razonamiento sean falsas. Sin embargo, como una conclusión verdadera puede inferirse lógicamente de premisas falsas, el hecho de partir de premisas falsas no significa que necesariamente habrá de llegarse a una contradicción en algún momento posterior del juego, aunque sea muy probable. De cualquier manera, en la deducción directa se tiene siempre la certeza de operar con enunciados verdaderos.

En el segundo método, el de las conjeturas, se parte de un enunciado cuya verdad se supone —por ejemplo, En X1Y1 podría ir 5— y el objetivo del razonamiento es poner a prueba el valor de verdad de ese enunciado. Se demuestra que el enunciado es falso cuando luego de una o más inferencias se arriba a una contradicción o imposibilidad de colocar un número en la grilla —por eso el procedimiento se llama el método del absurdo—, lo que obliga a regresar al punto de partida. En cambio, cuando la conjetura resulta verdadera el juego continúa desarrollándose sin necesidad de volver al punto de partida.

En resumen: en la deducción directa se tiene una verdad conocida, mientras que en el método de las conjeturas la verdad está aún por probarse.

Ahora bien, ¿por qué se dice que es mejor utilizar el método de deducción directa? No sólo porque es más elegante —aunque es difícil definir en qué consiste esa elegancia— sino porque es más económico, por cuanto la deducción directa es el camino con menos pasos para resolver un problema de sudoku. Claro, el criterio de economía vale cuando se trata de humanos, pero no tanto cuando hablamos de computadoras (por lo general éstas tardan muy poco en resolver problemas de sudoku, usando uno u otro método, o una combinación de ambos).

Pero con esto último no quiero decir que el método de las conjeturas no sirva para nada. También es un método necesario, porque no todos los problemas de sudoku pueden resolverse por medio de la deducción directa; por ejemplo, los problemas con más de una solución sólo se puede solucionar con el método de las conjeturas.

Nota: Para evitar confusiones terminológicas conviene distinguir entre métodos de razonamiento y técnicas de resolución. Los primeros son las formas de razonamiento estudiados por la Lógica y, por lo tanto, aplicables a todos los campos posibles; en cambio, las técnicas son aplicaciones de aquellas formas de razonamiento a un campo en particular, como los problemas de sudoku. Reconozco que yo también contribuí a esta confusión: por ejemplo, al método de la exclusión por par alineado no debería haberlo llamado así, sino técnica o procedimiento. Se hace camino al andar.

viernes, abril 14, 2006

Pareidolia o la cara sonriente de Marte

Cuando escribí la entrada sobre el alien de ojos azules no me podía acordar del término que describe el fenómeno psicológico consistente en reconocer erróneamente una forma a partir de un estímulo más o menos vago, como caras en las nubes o mensajes en las grabaciones reproducidas al revés.

Otro ejemplo famoso de pareidolia en Marte es la cara sonriente —en el cráter Galle, al este de Argyre Planitia—, fotografiada por primera por la Viking I, luego por la Global Surveyor en 1999:

y recientemente por la Mars Express de la Agencia Espacial Europea:

Esta última imagen es un montaje informático de cinco imágenes.

Hay otros ejemplos de pareidolia en imágenes de Marte, para nada difíciles de encontrar en la Red. Si quieren, pueden probar con esta búsqueda o esta otra.

jueves, abril 13, 2006

La singularidad

No es la primera vez que leo sobre la singularidad y, tomando en cuenta la difusión de la teoría, parece que no va a ser la última:
La Singularidad ─una noción que se ha infiltrado en multitud de ambientes, y cuyo portavoz más conocido dentro del género es Vernor Vinge─ describe el agujero negro que se creará en la historia en el momento en que la inteligencia humana pueda ser digitalizada. Cuando la velocidad y el alcance de nuestra cognición se nivele con la curva de precios de los microprocesadores, nuestro «progreso» se multiplicará por dos cada dieciocho meses, y luego cada doce meses, y luego cada diez, y finalmente cada cinco segundos.

Las Singularidades son, literalmente, agujeros en el espacio de los cuales no puede emerger ninguna información, y así los escritores de ciencia ficción murmuran ocasionalmente acerca de lo difícil que es contar una historia planteada tras el advenimiento de la Singularidad. Todo será diferente. Lo cual significa que el ser humano será tan diferente que lo que significa estar en peligro, o ser feliz, o sentirse triste, o cualquiera de los otros elementos que hacen que la tensión estrujar-y-soltar de un buen relato sea irreconocible para nosotros, los pre-Singularizados.
Como bien se pregunta el autor del artículo, no parece quedar muy claro si la singularidad es un sistema de creencias técnico o espiritual.

Si tuviera que dar una opinión al respecto, para mí la singularidad no es nada más que una creencia espiritual, algo así como una religión geek: promete extraordinarias realizaciones tecnológicas y científicas —que conforman el cuerpo de creencias de sus adeptos—, notoriamente persuasivas por cierto, pero no llega a producir hechos con los que fundamentar sus predicciones.

Es más, desde la década de los '60 vengo leyendo acerca de las promesas de la inteligencia artificial, que nunca se cumplen. Es razonable, entonces, el escepticismo con el que leo frases como digitalizar la inteligencia humana, progreso exponencial o pensamiento no biológico. No pasan de ser fórmulas retóricas y vacías, propias de una liturgia geek —si es que eso existe—; es probable que sean excelentes materiales para la ciencia-ficción especulativa, pero son nociones muy frágiles y difusas para cualquier otra finalidad.

Texto completo en idioma original del artículo. Hay traducción castellana (mediocre).

miércoles, abril 12, 2006

La remera del odio - amor

Tal como se presenta la remera, se lee Hate, pero llegada la oportunidad de verla reflejada en un espejo se leerá Love.


Un astuto (*) ejemplo de ambigrama. Si te intriga el tema o simplemente si se te ha despertado la curiosidad sobre las palabras, frases o figuras que admiten distintas lecturas, es de rigor visitar la página del snarkiano Carlos Carpio Hernández o su blog, regularmente actualizado.

¿Habrá manera de traducir este ambigrama al castellano?

Vía Boing Boing. La imagen proviene de Accordion Guy (ambas páginas en inglés).

(*) Lo de astuto viene a cuento porque en principio es preferible recorrer el camino que lleva del odio al amor que transitarlo en sentido contrario. Pero eso es sólo en principio, porque la doble lectura que permite un ambigrama puede llevar a un lector desprevenido a una de esas situaciones equívocas en las que la lógica no es de mucha ayuda.

Actualización: Carlos Carpio Hernández aceptó el reto y creó una versión en castellano del ambigrama como amor y odio (simetría vertical).

Segunda actualización: Alberto Portacio Apicella no quiso quedarse atrás y también aceptó el desafío, creando un ambigrama (simetría vertical) adecuado a su estilo. Clic en ambigrama para ver una imagen más nítida.

martes, abril 11, 2006

Acerca de mitos y mapas

...En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisfacieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.

J. A. Suárez Miranda: Viajes de varones prudentes,
libro cuarto, Capítulo XLV, Lérida, 1658.
Acerca de este mito transmitido por Jorge Luis Borges —lo llama Del rigor de la ciencia—, comentaban en la academia sofista:

En aquel ignoto imperio entendían como Platón que comprender con rigor el mundo consiste en duplicarlo; pero a diferencia del divino geómetra, la duplicación debía hacerse punto por punto y no idealmente. Una copia fidedigna del mundo no consiste en construir una red conceptual, por cuanto ésta necesariamente será más pobre —una simple sombra— pues hay más entidades en el universo que términos para describirlos; tampoco se resuelve el problema con una copia reducida a escala, puesto que al modificarse las dimensiones de los objetos se vuelve imposible la descripción de algunas de sus características. En definitiva, aquellos sabios cartógrafos entendieron que no había otra alternativa más que reproducir punto por punto todos los objetos del mundo junto con la totalidad de sus características; el mundo sólo puede comprenderse si se lo refleja con afán extremo de exactitud —esa creencia se deduce del mito— y a esa tarea se abocaron con la mayor diligencia y el más grande de los rigores.

Sin embargo, como nosotros sabemos, no sólo el mapa debe actualizarse constantemente para permanecer fiel a un mundo siempre cambiante —Parménides, por naturaleza, es incapaz de atrapar al escurridizo Heráclito—, sino que también es un procedimiento ilusorio, por cuanto la manera en que percibimos el mundo no es por asociaciones de puntos atómicos sino por patrones cada vez más perfeccionados. Se comprende así que la tarea de los cartógrafos debe terminar necesariamente en un fracaso.

No obstante, la pregunta que desde entonces permanece sin respuesta —la clave del mito—, es si nosotros habitamos el mundo cartografiado o si, como los mendigos del mito, somos los herederos del fracaso vagando sin consuelo por las ruinas del mapa.

Aquí cesaron bruscamente los comentarios.

lunes, abril 10, 2006

Paralelo entre Cortázar y Nietzsche

Siguiendo el método propuesto por Plutarco en Vidas paralelas —que consistía en comparar, de a pares, las biografías de grandes personajes de los mundos griego y romano (como Alejandro Magno y Julio César o Demóstenes y Cicerón), con el objetivo de encontrar las coincidencias que le permitieran mostrar que Roma era la heredera de la tradición cultural griega—, en este artículo de Cristina Ambrosini se lleva a cabo un paralelismo entre las vidas biográficas e intelectuales de Friedrich Nietzsche y Julio Cortázar.

Entre los rasgos biográficos comunes, se rescatan los siguientes:
Único hijo varón, tempranamente a cargo de una familia de mujeres, este rasgo compartido parece teñir el destino de estos personajes. La precocidad en el manejo del lenguaje es otra coincidencia ya que ambos, desde la primera infancia, realizan ejercicios literarios. La entrada al mundo laboral como docentes y el abandono de estas tareas para dedicarse a su obra, escrita en el exilio voluntario, es otra coincidencia.
En cuanto al aspecto intelectual, la autora incorpora a Cortázar a una tradición filosófica —a la que pertenecen Nietzsche, Lewis Carroll, Jorge Luis Borges y Ludwig Wittgenstein— caracterizada por una concepción lúdica del lenguaje y la desconfianza ante el poder de la razón, y en duro enfrentamiento con la tradición socrático-platónica y la cartesiana.

Una vez planteado el tema, se describe a grandes rasgos la posición nietzscheana tomando como punto de partida la concepción filosófica de Heráclito, para luego pasar a analizar en la obra de Cortázar cada uno de los puntos antes mencionados —si bien es cierto que el análisis se demora en el lenguaje como un juego y en el rechazo de la razón, quizá resaltando sus preferencias.

Tal como lo reconoce la propia autora, el objetivo del artículo es mucho más modesto que el de Plutarco en Vidas paralelas, pero no por eso pierde interés. Tampoco es una desventaja del artículo el hecho de que el grueso del análisis recaiga sobre Rayuela, uno de mis libros preferidos.

viernes, abril 07, 2006

Examen de aritmética sofística

Del examen de ingreso a la academia de mi amigo Charlatandro:
— Ordenar de mayor a menor: "más que nunca", "menos que siempre", "casi siempre".
En el frente de la academia, gravada grabada en piedra, advierte esta leyenda: Que no entre nadie aquí que carezca de ingenio.

Y no vayan a creer que a Charlatandro le faltan alumnos. ¿Aprobarían ustedes el examen de ingreso?

jueves, abril 06, 2006

El signo de la ironía

Vía Backward City me entero que hace ya muchos años Alcanter de Brahm propuso varios signos de puntuación alternativos —para la duda, la certeza, la aclamación, la autoridad, la indignación y el amor. Me interesó en particular el signo de la ironía.

Hay diversas propuestas para un símbolo tipográfico que la represente:


Por su elegancia me gustó más el último signo de la derecha (ver imagen), propuesto por Xavier Dandoy, pero al tratarse de representar otro ámbito —el de la ironía y no el de la elegancia, aunque a veces también éstos se solapen—, es probable que alguna de las dos primeras propuestas termine usándose, si alguna vez llega a darse el caso.

Porque a pesar de que el uso retórico de la ironía está muy extendido desde la Antigüedad —tiene una larga tradición en filosofía—, tanto el signo de puntuación ideado como el símbolo tipográfico correspondiente son rara vez usados y no pasan de ser una simple curiosidad.

Algunas de las razones que tratan de explicar su falta de uso señalan que los signos como el de interrogación o de exclamación son útiles en la transcripción de una entonación oral a un enunciado con puntuación. En cuanto tal, no es necesario marcar de algún modo una frase irónica, ya que generalmente el contexto por sí mismo permite reconocer ese carácter. Otra razón es que la mayoría de las veces la ironía requiere de un uso muy ingenioso de la sutileza. El uso explícito de un signo para resaltar la intención irónica termina destruyendo toda sutileza (sino me creen, vean la nota al pie). Y, finalmente, no necesariamente la parte irónica de un texto se limita a una única frase, sino que todo el texto puede ser irónico. El empleo de un carácter atípico a lo largo de varias páginas podría ser más molesto que útil.

Por otro lado, algunos emoticones como ;-) tienen un valor tipográfico que se aproxima al del signo de la ironía, y ese era de hecho la función de muchos de los primeros smileys. Pero esa función parece haberse perdido a causa de la lectura ultra veloz y poco comprensiva de estos días.

En síntesis, el reconocimiento de la ironía no parece depender de un signo sino más bien del ojo del lector. Sepa éste reconocerla.

Nota: En esta entrada no se ha empleado ninguna frase en sentido irónico.

Segunda nota: ¿Verdad que la nota anterior es innecesaria, si no insultante?

miércoles, abril 05, 2006

Línea de tiempo de los modelos del Apple Macintosh

Esta línea de tiempo de los modelos del Macintosh (en inglés) —recién a partir del regreso de Steve Jobs a la compañía pasaron a llamarse Mac— hace una lista de los tipos más importantes de computadoras Macintosh fabricadas por Apple Computers. Sin embargo, se excluyen los modelos de Performa a menos que no hubiera un equipo Macintosh principal. Tampoco se incluyen los subtipos como la serie del Performa 611x, ya que apenas tienen diferencias con el modelo principal. Por otro lado, se incluye el Apple Network Server aunque propiamente no es un Macintosh, en razón del papel único que cumplió en la línea de servidores Apple de su tiempo.

La línea de tiempo se presenta gráficamente


o en modo texto. Esta última modalidad consiste en una tabla de los equipos Macintosh, en la cual se indica la fecha de lanzamiento de cada modelo y cuando se dejó de fabricar, la familia a la cual pertenece, además de enlaces a las características técnicas de los equipos.

Nota: Ya es oficial una medida que tendrá consecuencias importantes para la comercialización del Mac: a partir de hoy las Mac con procesador Intel podrán arrancar con Mac OS X o con Windows XP. Otros requisitos para el dual boot es tener instalado Mac OS X Tiger v10.4.6 —lanzado esta semana—, el último upgrade de Firmware, 10GB de espacio libre en disco y una copia de Windows XP. Más información (por ahora, sólo en inglés).

martes, abril 04, 2006

Un aparato desconocido

Desde que compré la edición latinoamericana de La estructura de las revoluciones científicas de Thomas S. Kuhn me intriga el aparato que ilustra la tapa (en la imagen).

Como no tengo idea de qué es ni para qué sirve, tampoco se me ocurre qué relación podría tener este ingenio mecánico con el libro —si es que tiene alguno, porque también pudo haber sido un mero recurso de diseño.

En definitiva y para resolver el enigma, ¿alguien sabe de qué aparato se trata?

Actualización: Muchas gracias a todos los que respondieron. La imagen de tapa corresponde a un generador de electricidad estática, llamado máquina de Wimshurst. La energía generada con esta máquina se almacenaba en las botellas de Leyden —antecesoras del actual condensador—, a las que Kuhn menciona varias veces en La estructura...