jueves, febrero 14, 2008

Profesión de amor por la Estación Espacial Internacional

En el Día de San Valentín, Nancy Atkinson, de Universe Today (en inglés) da testimonio de su amor a primera vista por la a veces despreciada Estación Espacial Internacional (EEI) y presenta diez razones —sin que el orden implique un grado de importancia— por las cuales mantiene vivo su compromiso:
  • Cooperación internacional. La EEI es el proyecto de ingeniería internacional más grande y complejo de la historia. Ningún país, por sus únicos medios, podría haberla construído. En un mundo donde la violencia y la animosidad política fluye en las noticias diarias, resulta increíble que la EEI esté siendo construída discretamente por dieciséis países, trabajando juntos en una armonía casi total. La herencia fundamental de la EEI es la cooperación internacional a la que dio lugar su creación.

  • El hecho de construir un puesto de avanzada en el espacio. Luego de la llegada del hombre a la Luna, el próximo paso es establecer una colonia en el espacio. Y la EEI, dentro de sus limitaciones, es precisamente eso, y ya lleva siete años. La experiencia de construir y habitar esta compleja estructura en el espacio es invalorable y todo futuro proyecto se beneficiará de lo aprendido en la EEI.

  • Las personalidades. Las misiones extensas, de entre cuatro y ocho meses, permiten una mayor familiaridad con las distintas personalidades que habitan la EEI, conocimiento que le da un toque más humano y cálido al cúmulo de tareas técnicas que la tripulación cubre a diario.

  • Es visible casi todas las noches. Soy testigo del asombro de la gente cuando ve por primer vez a la EEI surcando silenciosa y rápidamente el cielo nocturno o volando en las primeras luces del alba. Nunca me canso de observarla. Cómo observar satélites artificiales.

  • Ausencia de problemas graves. Uno de los aspectos más impresionantes acerca de la EEI es que todos sus componentes, construídos por diferentes países y contratistas, han trabajado perfectamente entre sí. Es cierto que ha habido problemas, como fallas intermitentes en las computadoras o en los paneles solares, pero todos estos problemas fueron resueltos en poco tiempo o lo serán. La estación nunca padeció de un problema realmente grave ni fue necesario evacuarla en los siete años de ocupación continua que lleva. Toco madera.

  • El público puede participar. Los alumnos de los centros de enseñanza primarios y secundarios pueden conversar en vivo con los tripulantes de la EEI o elegir localidades de la Tierra para que sean fotografiadas, como parte del proyecto EarthKAM. Los operadores de radio amateurs pueden dialogar regularmente con los tripulantes de la EEI por medio del ARISS. Los estudiantes universitarios pueden diseñar experimentos para que se lleven a cabo a bordo de la estación. Y aquellos que tengan cuarenta millones de dólares pueden subirse a una Soyuz y visitar la EEI por unos días.

  • Finalmente hay oficiales científicos. Otro sueño luego de la llegada a la Luna es tener oficiales científicos para hacer ciencia verdadera. La EEI ha tenido oficiales científicos desde 2002, pero la ciencia todavía no es la actividad principal a bordo de la estación.

  • Investigación a largo plazo. Se cuestiona la capacidad de la EEI como plataforma científica, pero a veces se olvida que no hay laboratorio que pueda producir ciencia mientras es construído. Con los nuevos módulos científicos y el aumento de la tripulación a seis miembros se podrá comenzar a investigar consistentemente, el propósito original de la estación. Se podrá estudiar el efecto de la microgravedad en el cuerpo humano, fundamental para futuras exploraciones, o enfermedades como la diabetes, el cáncer, la osteoporosis y el SIDA. La EEI constituye el único lugar para poner a prueba tecnologías como sistemas de soporte vital y nuevos procesos de fabricación, además de proporcionar una plataforma de largo plazo para observar y comprender el entorno de nuestro planeta y el universo.

  • El vuelo de despedida. Cuando, luego de una misión de construcción, el transbordador se desacopla de la EEI, vuela alrededor de ésta para darnos la oportunidad de apreciar los nuevos agregados y poder visualizar la última configuración de la estación. Los astronautas dicen que los emociona ver cómo el trabajo específico de cada misión ayuda a armar la visión de conjunto de la estación y también es emocionante para nosotros, en la Tierra, ver el nuevo aspecto de la EEI.

  • ¿Qué otra cosa podríamos haber hecho? Muchos creen que el enorme presupuesto de la EEI le ha quitado fondos a la exploración robótica y a otras ciencias. Eso es indiscutible. Pero en lo que respecta a la exploración espacial realizada por humanos, ¿qué otra cosa podríamos haber hecho durante los últimos diez o veinte años? Una estación espacial era el paso lógico luego del transbordador. El mayor problema con la EEI es que se perdió mucho tiempo en el tramiterío, pero con el impulso actual de construcción y mantenimiento, el conocimiento relacionado con la vida y el trabajo en el espacio fluye de manera constante y continua. La EEI es un recurso que guiará a las próximas tareas humanas en el espacio. No es suficiente con sentirse obligados a terminar la construcción y luego despreocuparse de la estación: la planificación y el presupuesto de la EEI deben ajustarse a la máxima utilización de todo su potencial.
¿Y ustedes qué opinan de la EEI: tienen alguna otra razón para apoyar al proyecto o abandonarlo? Yo soy más partidario de la investigación robótica del espacio —menor riesgo y costo, más automatización—, pero tampoco me parece un despropósito que haya presencia humana en la órbita terrestre. Aunque más no sea para ir aprendiendo.