domingo, febrero 10, 2008

La más absoluta certeza

Así se titula un cuento de Ana María Shua. ¿Podrá ser cierto lo que afirma la escritora? Yo ya no padezco esa aspiración cartesiana, pero alguna debilidad por los milagros todavía debo tener, porque me concentré de inmediato en el cuento:
Pocas certezas es posible atesorar en este mundo. Por ejemplo, Marco Denevi duda con ingenio de la existencia de los chinos. Y sin embargo yo sé que en este momento usted, una persona a la que no puedo ver, a la que no conozco ni imagino, una persona cuya realidad (fuera de este pequeño acto que nos compete) me es completamente indiferente, cuya existencia habré olvidado apenas termine de escribir estas líneas, usted, ahora, con la más absoluta certeza, está leyendo.
—¡Eso es falso! —dije triunfante en voz alta, convencido de haberle quitado la certeza absoluta a la escritora, mientras buscaba otro cuento para escuchar en mi iPod.

Actualización: Todo aquel que haya leído esta entrada deberá admitir que fue atrapado, aunque sea por un instante, por la trama de la red imaginada por Shua. A menos que...

2 Sofismas:

El dom feb 10, 06:17:00 p.m. 2008, Blogger ayreonauta escribió...

Certeza y Realidad no se conocen ;-)

 
El lun feb 11, 12:11:00 p.m. 2008, Blogger el sofista escribió...

Así parece, pues a tenor de lo dicho tampoco tendríamos certeza en este asunto ;-)

 

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