lunes, enero 21, 2008

Otro cóctel astronómico

Repasaba, como todos los días, las noticias vía RSS cuando leí esta nota (en inglés) que recordaba la fecha en la cual Plutón —en aquel entonces todavía un planeta— cortaba la órbita de Neptuno y se metía en su interior. Un fenómeno único entre los planetas de nuestro sistema que dura 21 años, al cabo de los cuales Plutón vuelve a cortar la órbita de Neptuno para recuperar el puesto de planeta más exterior del sistema solar. Como ahora Plutón dejó de ser un planeta, la próxima vez que corte la órbita de Neptuno, en unos 250 años, la jerarquía del sistema solar no se verá afectada.

Hasta aquí todo bien, pero mis ojos se desorbitaron cuando leí lo siguiente:
While its eccentric orbit around the sun is not among the reasons the International Astronomical Union gave for downgrading Pluto's status to "dwarf planet" in 2006, it probably didn't help. Not only is Pluto's orbit elliptical, which puts it at odds with the circular orbits of the great eight, but its orbital plane is also very different.
Cuya traducción aproximada es:
Aunque su órbita excéntrica alrededor del Sol no fue una de las razones que en 2006 dio la Unión Astronómica Internacional para rebajar el estatus de Plutón al de "planeta enano", es probable que eso tampoco ayudara. No sólo la órbita de Plutón es elíptica, característica que la pone en desacuerdo con las órbitas circulares de los ocho grandes planetas, sino que su plano orbital es también muy diferente.
Este párrafo es burdamente anti-kepleriano ya que viola la primera ley de Kepler, enunciada hace casi 400 años. Todos los planetas —y en general todos los cuerpos del sistema solar— giran en torno al Sol en órbitas elípticas: la diferencia está dada en que la excentricidad de la órbita de Plutón es mucho mayor que la de los otros planetas —excepto Mercurio—. En cambio, una órbita circular tendría una excentricidad igual a cero. Pueden ver esta página de la NASA para comparar las excentricidades de los planetas del sistema solar, entre otros datos.

Por supuesto, hubo comentarios de lectores que observaron ese problema, pero todavía el autor de la nota no mostró reacción alguna. Quizá pasa como con el primer cóctel astrónómico, cuyos efectos perduran después de 19 días, porque la nota sigue tal cual la subieron.