Un museo de monstruos ficticios (2 bis)
Las criaturas que forman parte de esta serie son demasiados extrañas para caber en cualquier otra clasificación. Los europeos, desde la más remota antigüedad hasta bien pasado el Renacimiento, creían que había una gran variedad de bestias extrañas en el mundo, viviendo en los océanos, en los lejanos rincones del mundo o en el sótano de sus vecinos. Las explicaciones ofrecidas para esclarecer la aparición de estas extrañas criaturas fueron cambiando con el paso del tiempo: a veces se las consideraba una prueba del enojo divino y en otras ocasiones eran simplemente una deformidad de la naturaleza.Año: 1551.
Científico: Conrad Gesner.
Publicado originalmente en: Historia Animalium.
Publicación actual: Cultures of Natural History, de Jardine, Secord y Spary (eds.).
Actualmente con el término "icneumón" suele referirse a una avispa o, un poco más exóticamente, a un meloncillo. Sin embargo, para los europeos del medioevo el icneumón era el peor enemigo del dragón, una criatura que empleaba una combinación de camuflage y astucia para matar a esa bestia escamosa y alada. Dado el enfrentamiento entre meloncillos y serpientes, la historia del icneumón puede tener alguna dosis de realidad. Aún así en esta imagen (ver la imagen más grande) se parece más a un puerco espín.
Fuente: Strange Science (en inglés).
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