viernes, febrero 27, 2009

Un museo de dinosaurios y dragones (27)

Menospreciados en Occidente y reverenciados en Oriente, los dragones han tenido una larga historia en la mitología humana. ¿Cómo se inició el mito? Nadie sabe la respuesta exacta, pero probablemente algunos huesos de "dragones" pertenecieron a animales que se extinguieron hace mucho tiempo, como los dinosaurios en algunos casos o a fósiles de mamíferos, en otros. A principios del siglo XIX los científicos comenzaron a encontrar una nueva clase de monstruo, uno que se había extinguido decenas de millones de años antes que los primeros seres humanos evolucionaran. Debido a que los primeros fragmentos hallados se parecían a los del lagarto, los paleontólogos dieron por supuesto que habían encontrado lagartos gigantes. Sin embargo, otros huesos pusieron al descubierto animales que no se parecían en nada a los actuales. ¿Convivieron estos lagartos terribles con los seres humanos? No. Aunque algunos partidarios del creacionismo afirman que los dragones medievales eran, en realidad, dinosaurios que sobrevivieron hasta la modernidad, dicha opinión no cuenta con el apoyo de ningún científico respetable.

Año: c. 310.
Encontrado en: Piazza Armerina, Sicilia.
Publicación actual: The First Fossil Hunters, de Adrienne Mayor.

En el siglo VII a.n.e., los antiguos griegos hicieron contacto con los nómades escitas que inspeccionaban el Desierto de Gobi en busca de oro. Una de las leyendas recogidas en dicho encuentro fue la del grifo —un animal alado de cuatro patas y del tamaño de un león, con un "pico afilado y cruel"— que defendía ferozmente el tesoro de ese metal que había acumulado. (Una fuente más cautelosa indicaba que los grifos no guardaban oro sino que simplemente vivían cerca de los lugares de donde se extraía el metal y que, en realidad, protegían con gran cuidado a sus crías de los intrusos.) Este mosaico romano muestra a un grifo sobre una trampa cuyo cebo es, lamentablemente, un ser humano. ¿De dónde surgió esta leyenda? Las excavaciones realizadas en el Gobi durante el siglo XX han desenterrado esqueletos de protocerátopos y psitacosaurios, ambos dinosaurios con pico, procedentes de la mismas regiones que los nómades inspeccionaban. Es muy posible que los buscadores de oro encontraran estos fósiles erosionándose en las arenas del desierto y, luego de observar agudamente las estructuras esqueléticas, especularan sobre la apariencia del animal viviente. Si esto fue así, entonces la conjetura sobre el cuidado de la cría por parte del grifo es correcta: un hallazgo reciente en Liaoning, China, reveló un psitacosaurio adulto que aparentemente cuidaba a 34 ejemplares jóvenes.

Fuente: Strange Science (en inglés).

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