miércoles, julio 01, 2009

Un museo de dinosaurios y dragones (27 bis)

Menospreciados en Occidente y reverenciados en Oriente, los dragones han tenido una larga historia en la mitología humana. ¿Cómo se inició el mito? Nadie sabe la respuesta exacta, pero probablemente algunos huesos de "dragones" pertenecieron a animales que se extinguieron hace mucho tiempo, como los dinosaurios en algunos casos o a fósiles de mamíferos, en otros. A principios del siglo XIX los científicos comenzaron a encontrar una nueva clase de monstruo, uno que se había extinguido decenas de millones de años antes que los primeros seres humanos evolucionaran. Debido a que los primeros fragmentos hallados se parecían a los del lagarto, los paleontólogos dieron por supuesto que habían encontrado lagartos gigantes. Sin embargo, otros huesos pusieron al descubierto animales que no se parecían en nada a los actuales. ¿Convivieron estos lagartos terribles con los seres humanos? No. Aunque algunos partidarios del creacionismo afirman que los dragones medievales eran, en realidad, dinosaurios que sobrevivieron hasta la modernidad, dicha opinión no cuenta con el apoyo de ningún científico respetable.

Año: c. 500 a.n.e.
Fotografiados en: Persépolis, Irán, por Sebastià Giralt (algunos derechos reservados).
Tratado en: The First Fossil Hunters, de Adrienne Mayor, "Griffins and Arimaspeans" de Adrienne Mayor y Michael Heaney en Folklore, 1993, y "Persia: Ancient Soul of Iran", de Marguerite del Guidice en National Geographic, agosto 2008.

Como la Ruta de la Seda atraviesa su territorio, el imperio persa estaba ubicado idealmente para absorber las leyendas que circulaban por dicho camino, como la de los grifos. En la fotografía se muestran unos grifos tallados hace 25 siglos, que todavía es posible admirar en Persépolis, Irán, una antigua capital del imperio persa. Según un cartel informativo de la zona, estos capiteles realizados en forma de águilas o grifos —con el propósito aparente de coronar columnas— probablemente se usaron en alguna estructura local pero más adelante fueron rechazados por razones desconocidas. Después de haber sido descubiertos a mediados del siglo XX, los grifos fueron montados sobre columnas cortas por motivos de preservación. Como en otras representaciones, estas criaturas están dotadas de picos temibles y de los oídos propios de los grifos, pero carecen de otros rasgos característicos, como las alas.

Fuente: Strange Science (en inglés).

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