Un museo de monstruos marinos ficticios (42)
Los europeos, desde la más remota antigüedad hasta bien pasado el Renacimiento, creían que había una gran variedad de bestias extrañas en el mundo, viviendo en los océanos, en los lejanos rincones del mundo o en el sótano de sus vecinos. Si proyectamos la imaginación hacia un futuro posible: ¿qué clase de monstruos turbará la mente de los futuros exploradores espaciales? No creo que estemos en condiciones razonables de poder anticiparlo. Quizás, incluso la misma idea de la exploración espacial sea monstruosa.En una serie anterior, recorrimos en 22 pasos un museo de monstruos ficticios. Esta vez nos toca aprender sobre los monstruos marinos que inquietaban a quienes se internaban en las profundidades del océano. Los marinos contemporáneos de Colón no pensaban, en contra de lo que se cree popularmente, que navegarían hasta dar con el borde exterior de la Tierra. Sin embargo, estaban atemorizados por lo que podrían encontrar durante sus viajes. Su concepción de la vida marina se alejaba bastante de la realidad y comprendía desde suposiciones poco exactas sobre el comportamiento de las especies conocidas hasta representaciones imaginarias de animales que podían existir.
Año: 1658.Científico: Conrad Gesner.
Publicado por primera vez en: The History of Four-footed Beasts and Serpents.
Publicación actual: Curious Woodcuts of Fanciful and Real Beasts, de Conrad Gesner.
Se rumoreaba durante la vida de Gesner que existían bestias tales como el lobo de mar. Según el saber popular de esa época, el lobo de mar "podía vivir tanto en el mar como en la tierra". No es para nada obvio si este grabado en madera muestra la criatura sobre la superficie del mar o de la tierra, pero quizás un lobo que viviese tan fácilmente en uno u otro ambiente también podía caminar sobre el agua. (Este grabado fue publicado alrededor de un siglo después de otros trabajos de Gesner por Edward Topsell en Londres.)
Fuente: Strange Science (en inglés).
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escrito por el sofista @ lunes, enero 26, 2009
4 Sofismas:
Impresionante, nunca había oído hablar de ¨un lobo de mar¨ jeje.
Un saludo!
Para que mí que se metió de contrabando en la imaginación de la época, porque excepto la aleta dorsal no tiene otros rasgos característicos de un animal de mar: es como haber puesto una ballena peluda en el medio del desierto.
¡Se acaban los monstruos marinos! El próximo es el último.
Ciao.
PD: La sofista dice que el lobo tiene también escamas, pero para mí es sólo un artefacto del dibujo.
Jeje escamas, a mi mas bien me parece que está en guardia y se le ha erizado el pelo jeje.
Un saludo!
Sí, parece que está en posición de ataque, medio agazapado, las patas bien apoyadas y dispuestas al salto, la cola en tensión. Yo también creo que el dibujo muestra el pelaje del lobo, especialmente en la parte baja del cuerpo, donde parece haber algo similar a los pelos: difícilmente sean aletas.
Pero también hay que reconocer que un pez con pelos es de lo más raro y que este híbrido haría mejor papel en el agua con escamas que con pelos.
Probablemente nunca sabremos qué quizo representar el artista.
Saludos!
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