viernes, enero 23, 2009

El vagabundo intergaláctico

De los tres objetos destacados en esta meditada imagen telescópica —que mira en dirección a la casi invisible Constelación del Lince (Lynx) (*)— dos son en realidad estrellas cercanas, reconocibles por los picos de refracción:

(clic en la imagen para ampliarla a 1279 x 853 píxeles). El tercero es NGC 2419, un remoto cúmulo globular de estrellas que se encuentra a una distancia de aproximadamente 300 mil años luz. A veces dicho cúmulo es llamado "el vagabundo intergaláctico", un nombre particularmente apropiado cuando se considera que apenas 160 mil años-luz nos separan de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea. NGC 2419 es intrínsecamente brillante y similar en sus características generales a otros grandes cúmulos globulares como Omega del Centauro, pero parece poco luminoso debido a su enorme distancia. Quizá también tenga un origen extragaláctico pues bien podría tratarse, por ejemplo, de los restos de una pequeña galaxia capturada y disgregada por la Vía Láctea (ver más abajo). Sin embargo la enorme distancia a la que se encuentra dificulta el estudio y la comparación de sus propiedades con otros cúmulos globulares que recorren el halo de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 23 de enero de 2009. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito y copyright: Richard Hammar (en inglés).

Las corrientes estelares de NGC 5907:

Extensas corrientes de estrellas formadas por efectos de marea gravitacional parecen rodear la galaxia NGC 5907, también conocida la Galaxia de la Astilla o Splinter (clic en la imagen para ampliarla a 1563 x 1173). Las corrientes de esta galaxia son probablemente los restos abandonados a lo largo de la órbita de una antigua y pequeña galaxia satélite que poco a poco se disgregó y luego fusionó con NGC 5907. La imagen refuerza la hipótesis cosmológica según la cual las grandes galaxias espirales, entre ellas la Vía láctea, se formaron por la acreción de galaxias más pequeñas. Nota completa.

(*) El astrónomo polaco Johannes Hevelius le dio este nombre debido a que sólo alguien con "ojos de lince" sería capaz de detectar esta constelación tan escurridiza.