jueves, diciembre 18, 2008

La Superba

Y Canum Venaticorum (Y CVn) es una estrella como pocas de las que se ven en el cielo terrestre:

(clic en la imagen para ampliarla, o verla mucho más grande). Es también muy roja y exhibe un espectro de luz tan particular que Angelo Secchi, un astrónomo del siglo XIX, la llamó La Superba. La estrella, que se encuentra a 710 años-luz en la constelación boreal de Canes Venatici (Los Perros de Caza o Los Lebreles), varía de luminosidad con un período de seis meses, aproximadamente. Cerca del máximo de su brillo es apenas discernible a simple vista, pero la bonita coloración roja de la estrella es fácil de apreciar con largavistas o un pequeño telescopio. En realidad, La Superba se cuenta entre las más brillantes de las estrellas de carbono: gigantes rojas muy evolucionadas y frías que presentan una superabundancia de carbono. Dicho elemento se crea por la fusión del helio cerca del núcleo estelar y a continuación se transporta hacia las capas externas de la estrella. La superabundancia resultante de moléculas simples de carbono (como CO, CN, C2) en la atmósfera de las estrellas de carbono lleva a la fuerte absorción de la parte azul del espectro luminoso, lo que otorga a dichas estrellas un vivo color rojo. Debido a un fuerte viento estelar, La Superba pierde sin cesar su atmósfera rica en carbono en el medio interestelar circundante y podría estar cerca de iniciar la transición a la fase de nebulosa planetaria.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 18 de diciembre de 2008. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito y copyright: Procesamiento, Noel Carboni; generación de imagen, Greg Parker, New Forest Observatory.

Una imagen en falso color de TT Cyg, otra gigante roja y fría con un poderoso viento estelar, lograda mediante la cuidadosa coordinación de varios radio radiotelescopios de longitudes de onda milimétricas:

(clic en la imagen para ampliarla, o verla más grande). La imagen muestra la emisión radio procedente de las moléculas de monóxido de carbono (CO) en el gas circudante. Más información (en inglés).

Nota: Uf, casi veinte horas seguidas sin poder conectarme —cortesía de mi ISP—, no sé cómo hice para sobrevivir al síndrome de abstinencia inevitable.