jueves, octubre 02, 2008

Una regla empírica de la ficción

Una nueva propuesta de la gente de XKCD:

Esto es, la calidad de un libro de (ciencia) ficción es inversamente proporcional a la cantidad de palabras inventadas por el autor que incluye el texto. Algo así como que la preocupación por la cosmética de las palabras es la señal de una trama descuidada o la falta de buenas ideas.

Me pregunto si esta regla de sentido común también se aplica a textos filosóficos, como los de Heidegger: hay días en que la lectura se vuelve imposible.