miércoles, junio 04, 2008

Lo primero es lo primero

Charlatandro, mi amigo sofista, me contaba que a una de sus cuentas le había llegado un spam con el asunto Curso-Taller: Nuevas técnicas de cómo vender por teléfono II. Y agregó:
Eso fue todo lo que leí, ya tenía suficiente. Pues tendrán que aprender primero a vender por correo electrónico, pensé, porque con ese intento por lo menos a mí no me van a vender nada de nada.

Además, da buenos motivos para desconfiar de la calidad de su curso-taller el hecho de que no utilicen su conocimiento sobre la venta telefónica para vender su propio producto. Porque como promocionan un taller —un curso práctico, no uno teórico—, habría sido más razonable esperar alguna muestra positiva de la habilidad que pregonan. Así, en el improbable caso de que me hubieran convencido por medio de una conversación telefónica de las bondades del curso, yo ya sabría, performativamente, que ellos dominan el tema del curso.
A mí me quedó la impresión de que es algo parecido a los cursos de control mental: hacen publicidad para vender sus cursos —o hacían, hace mucho que no oigo nada de ellos—, cuando lo esperable de la gente que afirma tener tal habilidad y conocimiento es que apliquen su propia teoría y simplemente se concentren para lograr sus objetivos.