viernes, mayo 23, 2008

El rigor científico en las historias de ciencia ficción

La gente de SF Signal (en inglés) preguntó a varios autores de ciencia ficción si había alguna obligación de respetar el rigor científico en sus historias y, además, si había un nivel mínimo de exactitud al que un autor debía adherirse.

Esto fue lo que respondió Alastair Reynolds (en inglés) —un autor inglés del que todavía no tuve la ocasión de leer algo—:
No, los autores de ciencia ficción no tienen ninguna obligación de ser rigurosos en los aspectos científicos, hasta cierto punto. Si se insiste en la verosimilitud absolutamente científica, entonces de un solo golpe se eliminarían algunas de los mejores libros e historias que el medio ha producido: Dick, Sturgeon, Cordwainer Smith; casi toda la "Nueva Ola" y mucho de lo que vino después. Pero tiene que haber límites, y creo —porque la mayoría de la ciencia ficción escrita pretende, por lo menos de la boca para afuera, respetar la exactitud científica— que esto lo ejemplifica mejor la ciencia ficción filmada. Viaje a las estrellas o Star Trek, dentro de todas las fallas que tiene, exhibió siempre un entendimiento básico de la escala y estructura del universo. Los guionistas y productores, a pesar de su dependencia en las "criaturas de pura energía", la "partícula de la semana" y otras tonterías por el estilo, por lo menos tenían en claro que los planetas giraban en torno a las estrellas, las estrellas estaban inconvenientemente muy separadas, las galaxias estaban compuestas de miles de millones de tales estrellas y todas las otras galaxias estaban tan apartadas que era como si no existieran. Comprendieron que el motor warp era un requisito previo necesario para los viajes interestelares, mientras que el motor de impulso alcanzaba para pasear por el Sistema Solar. Comparen y contrasten este intento encomiable con la lamentable Space:1999 (*) [...] cuyos guionistas parecen entender poco o nada de la retórica de la escala. Planetas, soles, galaxias, etc., todas parecen ser entidades esencialmente intercambiables. [...]

Sin embargo, hay un tema más amplio: ¿por qué alguien que no estuviera lo suficientemente cautivado e interesado en la cienca querría hacerlo bien? La ciencia es una actividad humana intrínsecamente fascinante y rica. Despreciaríamos directamente a cualquier escritor que se desinteresara de los hechos históricos o psicológicos. Pero la ciencia es vista con demasiada frecuencia como una especie de agregado intelectual optativo, un poco como el interés que alguien pueda tener en la música antigua o en el cine sueco... Esto no quiere decir que toda la ciencia ficción debe ser precisa hasta el detalle [...]; sería aburrido si ese fuera el caso. Pero creo que la introducción de una pequeña cantidad de ciencia del mundo verdadero nunca le hizo daño a una historia y definitivamente ayudó a algunas de las mías.
Nunca fui un admirador de Viaje a las Estrellas, pero creo que el elogio de Reynolds a la serie es justo. De todas maneras, se trata de respetar aspectos muy básicos de cosmología —estamos hablando de la estructura a gran escala del universo— y creo que el escritor no exige más. Yo tampoco.

(*) En la Wikipedia dicen que en Argentina se emitió como Cosmos 1999, pero yo no recuerdo haber visto ningún episodio. En
la Wikipedia en inglés también mencionan la falta de rigor científico de esta serie televisiva.

Aquí tienen un video con la presentación de la serie:



Tema relacionado: Cómo escribir ciencia ficción sin ser científico.

2 Sofismas:

El mié sept 03, 02:01:00 a.m. 2008, Blogger Lobo-Hombre escribió...

Por supuesto, si se va a escribir ciencia ficción, se debe tener algún conocimiento de la CIENCIA,sino no lo seria. Pero hace falta también un tanto de sentido común. Algunos escritores del genero parecen creer que los lectores de sus obras son brutos o ignorantes. A veces se pasan de fantasiosos.
Pensadolo mejor, no me parece tan malo...

 
El mié sept 10, 12:51:00 a.m. 2008, Blogger el sofista escribió...

Por lo que he leído —tanto de crítica como de la literatura misma, pero no mucho— actualmente se escribe más fantasía que ciencia ficción; incluso algunos sugieren que este género está en vías de desaparición. Mi impresión es que exageran un poco; por un lado la ciencia misma parece haber perdido parte del prestigio social que supo ganarse en la primera mitad del siglo pasado y por eso no importa tanto la exactitud y precisión de los textos; por el otro, a partir de los noventa la tecnología es mucho más visible que la ciencia y la tecnología está más cerca de la magia que la ciencia.

También influye el que el común de la gente no sea capaz de distinguir entre ciencia y técnica; por lo general, cuando alguien habla del progreso científico menciona como ejemplo algún producto tecnológico.

 

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