El amanecer antes de la nova

Los sistemas binarios de variables cataclísmicas están constituidos por dos tipos de astros: una gran estrella acompañada por una enana blanca, una clase de estrella masiva pero compacta. El gas se escapa continuamente de la estrella más grande y la masa de la enana blanca lo atrae, un proceso que da lugar a la formación de un disco de acreción.
Pueden producirse explosiones cataclísmicas, en forma de novas enanas, cuando una bola de gas situada en el interior del disco de acreción eleva en exceso su temperatura. En esa fase la bola de gas se precipitará con mayor velocidad sobre la enana blanca y al chocar contra la superficie producirá un relámpago enceguecedor.
Estas novas enanas, que se producirán con una frecuencia irregular que puede ir desde algunos días hasta decenas de años, carecen de la potencia para destruir a alguna de las dos estrellas.
Aunque una nova es mucho menos energética que una supernova, el escenario es potencialmente peligroso: si las novas recurrentes (en la siguiente imagen) no son lo suficientemente potentes como para expulsar más gas del que atrae la enana blanca, la masa se acumulará sobre la enana blanca hasta cruzar el fatídico límite de Chandrasekhar. En ese momento, ya no será necesario buscar un refugio como la cueva ilustrada en la imagen, puesto que muy pronto toda la enana blanca estallará en una gigantesca supernova.

Los astrónomos estiman que en los próximos 100 mil años se acumulará tal cantidad de materia en la enana blanca que ésta superará el límite de Chandrasekhar, con lo que se producirá una última y mucho más poderosa explosión: una supernova. Más información (en inglés).
Vía Foto astronómica del día correspondiente al 11 de enero de 2015. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la ilustración y derechos de autor: Mark A. Garlick (Space-art.co.uk).
Nota: No sé ustedes, pero a mí la primera ilustración me recuerda a El grito y supongo que esa habrá sido la intención de Garlick —Edvard Munch llamó La desesperación a la primera versión de su cuadro más famoso, un estado emocional bastante comprensible en los futuros colonos de un planeta a punto de desaparecer—. Así se justificaría, de alguna manera, la presencia de las dos lunas con crecientes tan poco naturales.
Nota: Síganme en Twitter (@astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo. Desde que comencé a tuitear hace siete equinoccios, unos 37 mil tweets ilustran y amplían las más de 4000 entradas publicadas en el blog desde su inicio, en mayo de 2004. ¿Qué esperan para unirse a esta gran conversación? Ya somos más de dos mil seiscientos.
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