Por qué es importante que se lea gratis
Hace unos días, Neil Gaiman (enlaces en inglés) y Harper Collins, su editorial, decidieron publicar online y gratis uno de sus libros premiados, American Gods. En inglés, por supuesto. El formato que eligieron para la publicación hace bastante engorrosa la lectura, si quieren pruébenlo aquí. La vigencia del ofrecimiento se extiende hasta fines de marzo.Pero no es ese el punto que quiero tratar.
Lo que me interesa —y la noticia me llegó vía Boing2— es la explicación del asunto dada por Neil Gaiman. Dice algo así como que los lectores descubren nuevos autores cuando el costo de los libros es bajo y el riesgo de equivocarse es mínimo. El peligro más grande que enfrentan los escritores no son los libros gratuitos o que la gente lea sin haber pagado, sino que la lectura ya no es una actividad popular porque la gente dejó de leer por placer. Cuantas más barreras se alcen para la lectura, se reducirá la cantidad de lectores.
En una de las últimas entrevistas, un periodista dijo algo como: "Por supuesto, un editor no regalaría libros de papel", a lo que yo [Neil Gaiman] observé que el editor de Douglas Adams había regalado tres mil copias de The Hitchhiker's Guide to The Galaxy [o Guía del autoestopista galáctico] por medio de un aviso del tipo soliciten su copia gratis en Rolling Stone. El editor quería copias del libro en las universidades norteamericanas y quería que la gente lo leyera y lo recomendara a otros. El boca a boca es todavía el método más efectivo para vender libros.Hasta donde yo sé, poco y nada de estas estrategias se aplican en nuestros países. ¿Habrá espacio para este tipo de campañas en nuestros mercados o somos totalmente distintos? ¿Qué hacer para que no desaparezcan nuestros lectores?
escrito por el sofista @ domingo, marzo 02, 2008
2 Sofismas:
creo que una excepción acá fue paenza, dejando el pdf en la web de exactas
De acuerdo, lo de Paenza es indudablemente una excepción en nuestro medio, donde las promociones de libros gratis no existen. Pero lo de Gaiman apunta más a la lectura por placer, la que no esté ligada ni al estudio ni al trabajo. Esa es la lectura que está en vía de extinción.
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