martes, octubre 09, 2007

El meteorito de Peekskill

Hace hoy quince años, un bola de fuego apareció inesperadamente en el cielo de West Virginia —al este de los EE.UU.—. La bola de fuego, de un característico tono verdoso, atravesó más de setecientos kilómetros en poco más de cuarenta segundos. Miles de personas lo vieron y en base a las observaciones de docenas de testigos, los científicos pudieron determinar su trayectoria y comportamiento. Incluso se sabe que como mínimo dieciséis testigos filmaron el suceso. Ver video.


En un punto de su vuelo, la bola de fuego meteórica se partió, tomando los fragmentos un desvío más pronunciado en el sentido longitudinal que en el transversal (ver imágenes, arriba). Sin embargo, antes de dividirse, la bola de fuego dejaba a su paso una estela característica; también se vieron dos destellos espectaculares, llegando el brillo a exceder al de la luna llena. Algunos testigos dijeron haber escuchado una especie pop explosivo antes de que la bola de fuego se quemara en un arco iris de colores.

Finalmente el meteorito, de unos doce kilos al momento del impacto —parece un ladrillo, pero no se engañen, tiene el tamaño y la masa de una bola de bowling—, cayó sobre un Chevy Malibú (en la imagen), estacionado y sin ocupantes, en la localidad de Peekskill, New York. El auto, destruido en el siniestro, se exhibe como un atractivo turístico. Imagen completa del auto.

Vía Wired y Thunderbolts. (Enlaces en inglés).