miércoles, noviembre 19, 2008

Un museo de monstruos ficticios (16)

Las criaturas que forman parte de esta serie son demasiados extrañas para caber en cualquier otra clasificación. Los europeos, desde la más remota antigüedad hasta bien pasado el Renacimiento, creían que había una gran variedad de bestias extrañas en el mundo, viviendo en los océanos, en los lejanos rincones del mundo o en el sótano de sus vecinos. Las explicaciones ofrecidas para esclarecer la aparición de estas extrañas criaturas fueron cambiando con el paso del tiempo: a veces se las consideraba una prueba del enojo divino y en otras ocasiones eran simplemente una deformidad de la naturaleza.

Año: 1678.
Científico/artista: Athanasius Kircher.
Publicado originalmente en: Mundus Subterraneus.
Publicación actual: Evidence of Vanished Worlds de Yvette Gayrard-Valy y Athanasius Kircher de Joscelyn Godwin.

La gente encontró huesos fósiles gigantescos mucho antes de que pudiera determinarse con mucha exactitud su origen. El diagnóstico obvio —e inicial— fue que los huesos grandes habían pertenecido a gigantes. Los restos de un congénere más grande, mostrado en la imagen, supuestamente fueron encontrados en una cueva en el año 1401 y Juan Boccaccio fue el primero en describirlos.

En Mundus Subterraneus, Kircher escribió del gigante: "Parado, habría alcanzado un altura de 200 codos [poco más de 9 m], pero por desgracia su cadáver se convirtió en polvo y sólo se conservan piadosamente algunos dientes monstruosos en una iglesia cercana". Sin embargo, se dice que Kircher no creía en las afirmaciones de Boccaccio sobre los gigantes y, en consecuencia, redujo la altura de dichos seres a los 9 m. En la imagen, la criatura pequeñita junto al tobillo izquierdo del gigante es un hombre de estatura regular, mientras que la siguiente criatura es Goliath.

Fuente: Strange Science (en inglés).

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