jueves, mayo 15, 2008

Un puzzle despertador

Como seguramente ya adivinaron, la alarma deja de sonar sólo cuando se colocan las tres piezas en sus respectivos agujeros.

Si bien me encantan los rompecabezas creo que es un acto de gran crueldad el que alguien tenga que resolver un puzzle cuando todavía está intentando recobrar la consciencia. Y hay días en que eso lleva su tiempo. Mientras tanto, la alarma no deja de sonar y uno siente cómo ese aguijón sonoro se clava cada vez más en la mente. ¡Basta!

Otra excelente idea que terminará estrellada contra la pared o volando por la ventana, ¿pues qué otra cosa podría sucederle a este artilugio tan simpático?

Boing Boing (enlaces en inglés).

2 Sofismas:

El sáb may 17, 04:02:00 a.m. 2008, Blogger intoku escribió...

Jajaja, que bueno!

Vaya tortura para empezar el día...

Saludos,
Intoku.

 
El sáb may 17, 08:11:00 a.m. 2008, Blogger el sofista escribió...

Por lo que me cuentan algunos de sus trabajos, este reloj les sirviría para empezar a entrar en el ritmo de la tortura diaria.

Definitivamente a mí no me serviría —aunque estuve pensando que podría hacerse trampa: poner un dedo en cada uno de los agujeros y presionar el fondo (o donde estén los contactos) de los tres agujeros simultáneamente... quizá funcione.

Ciao.

 

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