lunes, noviembre 16, 2015

Bólido brillante entre la nebulosa de Orión y Rigel


¿Qué le ocurre al meteoro? Hace unos días se fotografió un brillante bólido que cruzó raudamente el cielo sobre los alpes suizos (clic en la imagen para ampliarla a 1080 x 720 píxeles o verla aún más grande).

Se cree que el bólido formaba parte de la lluvia de meteoros de las Táuridas. No sólo se destacó por el brillo sino también por la extraña luz anaranjada que creó y que no se desvaneció hasta pasados varios minutos.

Al principio el resplandor de color naranja dio la impresión de que el rastro del meteoro estaba ardiendo. Sin embargo, el rastro persistente —la denominación técnica del resplandor anaranjado— no surgió ni del fuego ni del humo que refleja la luz solar.

En vez de eso, emanaba de los átomos de la atmósfera de nuestro planeta que se encontraban en la trayectoria del meteoro: despojados de un electrón, los átomos emiten luz cuando lo recapturan.

Los rastros persistentes suelen moverse sin rumbo fijo, de modo que la exposición de 3 minutos registró en realidad el desplazamiento, provocado por el viento, de los iones.

La imagen se obtuvo mientras el fotógrafo registraba la famosa nebulosa de Orión (en la imagen de la derecha), vista en la parte superior izquierda de la imagen principal de esta entrada. Rígel, la brillante estrella azul que integra la constelación de Orión, se ve a la derecha.

Durante esta semana la lluvia de meteoros de las Táuridas, pródiga en bólidos, continúa activa, aunque ya se produjo el pico de actividad. Mientras tanto, la lluvia meteórica de las Leónidas está por alcanzar la máxima actividad.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 16 de noviembre de 2015. Esta página ofrece todos los días una imagen, fotografía o video del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la imagen y derechos de autor: Ivo Scheggia.

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