domingo, septiembre 16, 2007

La paradoja perdida

Escribía Fredric Brown en La paradoja perdida:
—Espere —intervino el Bajito—. ¿Este mundo en el que estamos sentados, el jurásico, forma parte de su... bueno... concepción o es real? Parece real y auténtico.
—Éste es real, pero nunca existió realmente. Es evidente. Si la materia es un concepto de la mente y los saurios no tenían cerebro, ¿cómo pudieron tener un mundo en el que vivir, salvo que nosotros lo pensamos para ellos después?
Una ronda del aparentemente interminable conflicto entre el idealismo y el realismo. Pero no es la última.

El título del cuento alude a una teoría —o clase de teorías— que intenta probar matemáticamente que nada, incluído el universo mismo, existe.

Resulta una obviedad destacar que todavía no se alcanzó tal prueba, sostienen los realistas. Sin embargo, todavía no hemos llegado al final del esfuerzo teórico: algunos idealistas rechazan la evidencia presentada y afirman que cuentan con esa demostración aunque, valga la paradoja, carecen de un mundo en donde presentarla.