jueves, octubre 20, 2005

Una sorprendente vista de Dione y Saturno

Aunque uno no debería sorprenderse mucho cuando Saturno está presente en una fotografía. Dione, la cuarta luna de Saturno. parece suspendida en la tranquilidad del espacio y resalta por su palidez ante el imponente fondo que presenta el planeta. La fotografía fue tomada por la sonda Cassini el pasado 11 de octubre, en el único sobrevuelo cercano de la luna que tendrá la misión.


La fotografía es de una rara belleza y con una composición casi perfecta —pero quizá demasiado perfecta, tengo la sensación de que tanto Dione como Saturno pierden algo de naturalidad, se vuelven un poco irreales, como si estuvieran posando...

Detalles sobre las características físicas de la luna pueden leerse aquí (en inglés).

Además, en esta página (en inglés) puede verse una película en formato Quicktime —tamaño chico (3,5 MB) y grande (9,9 MB)— de la que forma parte la fotografía mostrada más arriba. A diferencia de la fotografía —¿en falso color?—, la película es en blanco y negro.

viernes, octubre 07, 2005

Sobre Richard Feynman

Así comienza la reseña (en inglés) de Wise Man, un libro que publica una colección de cartas de Richard Feynman, uno de los grandes físicos del siglo XX, escrita por su colega Freeman J. Dyson:
Los grandes científicos vienen en dos variedades, que Isaiah Berlín, citando a Arquíloco, un poeta griego del siglo VII a.C., llamó zorros y erizos. Los zorros conocen muchos trucos, los erizos solamente uno. Los zorros se interesan por todo y se mueven con suma facilidad de un problema a otro. Los erizos se interesan sólo en los pocos problemas que consideran fundamentales y se dedican a ellos durante años o décadas. Los erizos realizan la mayoría de los grandes descubrimientos, mientras que los zorros llevan a cabo la mayoría de los pequeños descubrimientos. La ciencia, para desarrollarse en plenitud, necesita tanto de los erizos como de los zorros, los erizos para cavar profundamente en la naturaleza de las cosas, los zorros para explorar los complicados detalles de nuestro maravilloso universo. Albert Einstein era un erizo, Richard Feynman un zorro.
Continuar leyendo (en inglés). Espero que el idioma no sea un obstáculo, porque vale la pena leer la reseña completa.

La ilustración de Richard Feynman fue realizada por David Levine.

martes, octubre 04, 2005

Un truco para la prueba de Turing

Es sabido desde hace tiempo que cuando una persona imita a otra, el hecho indica intenciones y emociones positivas. En este estudio (en inglés) se encontró que ocurre lo mismo cuando una inteligencia artificial nos imita: la consideramos tan persuasiva y agradable como en el trato con humanos.
Los participantes en un estudio atendían a los argumentos que un agente artificial les presentaba. El agente imitaba los movimientos de la cabeza de las personas participantes con cuatro segundos de retraso o repetía los movimientos de otra persona. Aquellas personas que fueron imitadas creyeron que los agentes eran más persuasivos y agradables que las personas que no fueron imitadas.

Además, quienes interactuaron con los agentes imitadores en promedio no apartaron sus cabezas de manera que quedaran fuera de la vista de los agentes, puntualizaron los investigadores Jeremy N. Bailenson y Nick Yee. A veces, las personas que no eran imitadas apartaban sus cabezas. Los investigadores también encontraron que aunque las personas participantes sabían que les hablaban agentes no humanos, no se dieron cuenta de que eran imitados.
Como dice Cory Doctorow (en inglés), se podría aprovechar este truco y por el simple recurso de imitar a la persona que quiere engañar, un bot podría pasar la prueba de Turing.

Otra situación que se me ocurre para usar el truco —como último y desesperado recurso— es en un examen oral. Pero no lo recomiendo.